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SEGURIDAD VIAL

Los coches se encarecen un 40% en cinco años y las nuevas medidas de seguridad subirán más los precios

La patronal de la automoción descarta que la nueva normativa en seguridad de la UE que entra en vigor en julio vaya a disparar más el precio de los nuevos coches

I. A. /
Todos los nuevos coches que salgan a la venta desde el mes de julio deberán incluir un sistema de seguridad Adas.
icono foto Todos los nuevos coches que salgan a la venta desde el mes de julio deberán incluir un sistema de seguridad Adas.

Todo aquel que busca coche habrá podido comprobar que los precios se han disparado en los últimos años. En concreto, según la OCU, un 40% en apenas cinco años. Ahora, con la puesta en marcha definitiva de la nueva normativa europea en seguridad ese incremento puede ser mayor, aunque según fuentes de Anfac, es algo que afectará a menos del 10% de las unidades. El motivo es que "desde hace ya dos años todos los modelos que se fabrican incluyen estas nuevas exigencias comunitarias". La crisis de suministros de la pandemia obligó a los fabricantes a reducir el número de acabados y gamas de sus modelos, por lo que los "sistemas de seguridad ya están unificados en la práctica totalidad de los coches".

Un tercio de los accidentes mortales de tráfico, según la DGT, se producen por la distracción del conductor al volante. Mejorar la seguridad en este sentido se convirtió hace unos años en prioridad para la Unión Europea y por eso realizó modificaciones legislativas para que todos los vehículos incluyesen un nuevo paquete básico en seguridad. Este mes de julio, todo coche que salga de fábrica deberá incluir ocho sistemas electrónicos de ayuda a la conducción, denominados Adas (Advanced Driver Assistance Systems), que incluyen, entre otros, el aviso por cambio involuntario de carril o un regulador del tiempo que de manera ininterrumpida se mantiene el conductor al volante para que sirva de detección de somnolencia o fatiga. Estas novedades pueden traer pequeños incrementos en el precio de compra de los coches más modestos, algo que minimizan desde la patronal de los concesionarios y fabricantes.

Cuanto mayor es la tecnología y los acabados, más aumenta el precio. Algo que es especialmente notable en los coches pequeños. Desde el sector recuerdan que vehículos como un Opel Corsa o un Kia Picanto, que apenas superaban los "10.000 euros de coste, ahora se acercan a los 20.000". "Ya no existen coches básicos y toda mejora en seguridad y acabados conlleva un mayor gasto", insisten desde la patronal de fabricantes.

Desde Faconauto, que engloba a los concesionarios, también son partidarios de que los coches incluyan estas novedades en materia de seguridad. El mercado viene ya tensionado por "la falta de stock que dejó la pandemia y el aumento de la demanda", asegura Raúl Morales, director de comunicación de Faconauto. Por eso no cree que se vaya a notar un incremento de precios derivado de la puesta en marcha obligatoria del Adas. 

¿En qué consisten las mejoras?

Hasta esta normativa, y a pesar de que los vehículos más caros incluyen las últimas tecnologías en materia de seguridad, los coches europeos solo tenían la obligatoriedad de incluir el airbag, los cinturones de seguridad para todas las plazas del vehículo, los frenos ABS y el control de estabilidad. Las nuevas incorporaciones obligatorias desde julio consisten en un detector de fatiga y somnolencia (DDR), que dará aviso al conductor cuando detecte que pierde la concentración al volante; el Asistente de velocidad inteligente (ISA), que se encarga de respetar en todo momento los límites de velocidad de la vía; la alerta de tráfico cruzado (RCTA), sistema que supervisa el tráfico al salir marcha atrás; alerta de cambio involuntario de carril (LDW), que avisa al conductor cuando se sale de la trayectoria involuntariamente; el sistema de frenado de emergencia (ESS), que detecta el momento exacto en el que el coche que circula por delante hace una frenada de emergencia; el inhibidor de arranque con alcoholímetro; la alerta de uso del cinturón en todas las plazas y una caja negra, dispositivo parecido al de los aviones, atornillado al chasis.

La DGT y la patronal de los fabricantes de coches trabajan en un un nuevo reglamento que permita la conducción autónoma hasta de nivel cuatro antes de final de año, que es la que entra en vigor con la incorporación de todas estas novedades. La fase 5, la siguiente, ya permitirá la autonomía plena de un coche para circular sin que una persona sujete el volante. Una tecnología que está por ver qué coste económico puede tener para el consumidor.