Carteles para un Vagón de Lujo

En la muestra se recopilan los diez años de carteles que han servido para promocionar el ciclo de bandas de música alternativa 'Vagón de Lujo'. El festival, que este año celebra su décimo aniversario con once conciertos, ha ido moviéndose por las principales salas privadas y municipales de la ciudad de Zaragoza.

Además de los carteles que se pueden contemplar en la exposición, el diseñador zaragozano Miguel Frago exhibe también algunas de las esculturas realizadas para dar forma al producto final. Se trata de un trabajo con una fuerte carga manual y artesanal, en el que se otorga mucho peso a los objetos como elementos comunicadores.

Las primeras creatividades tienen un vínculo formal directo con el propio nombre del ciclo, donde podemos ver un diamante humeante sobre unas vías de tren o un guante levitando junto a una locomotora. Estas imágenes fueron las protagonistas durante el tiempo en que el ciclo estuvo alojado en el Teatro de la Estación, y después cambió de ubicación y también de concepto en su imagen.

Unos instrumentos inventados entraron a formar parte del imaginario. Objetos realizados con elementos cotidianos como un desatascador, un colador o un embudo, siempre con una gama cromática muy definida: madera, dorado y azul. La idea era fantasear sobre cómo sonarían estos instrumentos y poder crear una banda sonora para el propio ciclo.

Una tercera vía conceptual entró en escena: vincular diferentes instrumentos con los sentidos. Porque la música no solo se escucha, también se ve y se toca. Una oreja-piano, un ojo-guitarra y una mano-trompa fueron las ideas que ilustraron los siguientes carteles, los cuales mantienen esa dirección de arte tan definida: madera, dorado y masa de color. Para el décimo aniversario nos trasladamos otra vez al contexto ferroviario. Un gran poste anuncia en todas las direcciones que la música sigue sonando dentro de nuestro vagón.

La exposición se completa con una selección de fotografías de Jal Lux, tomadas a los diferentes artistas durante los diez años de vida del ciclo de música alternativa. Por otro lado, la muestra se puede visitar hasta el 21 de agosto en el Centro de Historias de Zaragoza.