La voz de Petronila de Aragón, en la nueva novela de José Luis Corral

Lamenta el historiador y novelista José Luis Corral que dada su condición de mujer, los historiadores, sobre todo los del siglo XIX, relegaran a Petronila a un rincón oscuro y marginal del pasado, tanto que ni siquiera se conoce el lugar donde reposan sus restos. “La verdad es que no sabemos dónde está, aunque se supone que en algún ignoto de la catedral de Barcelona, la ciudad de la que se enamoró” narra el escritor en La Cadiera de Aragón Radio.

En este texto, publicado con ‘Doce Robles’, Corral defiende que la reina fue uno de los dos pilares fundamentales que sustentaron la creación de la Corona de Aragón, “una de las formaciones políticas más extraordinarias de la historia de Europa entre los siglos XII y XVIII”. A la muerte de su esposo, el conde de Barcelona Ramón de Berenguer y en la minoría de edad de su hijo Alfonso II, ella fue quien ejerció como soberana efectiva de Aragón y aunque solo fue durante dos años, entre 1162 y 1164 y no era legal, lo hizo.

“Sus consejeros le dicen que tiene que transmitir los derechos reales a su hijo; en 1173 le vuelven a presentar esa ratificación y ella se niega a firmar por segunda vez ese documento” narra Corral, quien concluye “yo creo que hubo una alteración de la historia, pero quien quiera saber lo que ocurrió tendrá que leer la novela”.

Un diario personal de una mujer del siglo XII

A lo largo de sus hojas, escritas a modo de diario personal, el escritor narra desde la perspectiva de una mujer del siglo XII. Reconoce que “hay lustros enteros de la vida de Petronila de los cuales no sabemos nada que ocurrió con esta mujer” y eso hay que reconstruirlo.

Se pone en la piel de una niña engendrada para gobernar pero de la que todo el mundo esperaba que fuera un niño, de una pequeña de tres meses que es abandonada por su madre Inés de Poitiers quien “no tenía la menor preocupación por su hija” y al poco por su padre, Ramiro II de Aragón, quien “regresó enseguida a su vida monacal” y a la que con un año de vida firmó casar con el conde Ramón Berenguer en cuanto alcanzara los catorce años de edad.