‘La senda del pastor’, el documental que retrata el declive del oficio

Los rebaños de ovejas son una estampa cada vez más difícil de ver en los campos y montes. Aragón da fe de ello; en quince años ha perdido la mitad de su cabaña de ovino, lo que se traduce en la pérdida de 1.7 millones de cabezas y esto solo en nuestra Comunidad Autónoma, y tan solo en las últimas décadas. Los censos oficiales hablan de miles de pastores que han abandonado la actividad sin nadie que les haya tomado el relevo.

Un nuevo documental cuyo estreno está previsto para 2022 pone el foco en el oficio de pastor y lo hace a través del testimonio de seis de ellos, que ven cómo la profesión que aman llega a su fin. La idea surge de una joven cineasta zaragozana, que se considera ‘chica de ciudad’ que conoce a unos pastores y que se queda prendada. Silvia Pradas dirige 'La senda del pastor', una cinta que nació como su "fascinación por ver cómo los pastores se dedicaban en cuerpo y alma a un oficio eminentemente vocacional", confiesa en una entrevista en 'La Cadiera' de Aragón Radio.

Es su primer largometraje documental, hasta ahora algunos cortometrajes y ahora, de hecho, está trabajando en su primer largometraje de ficción ‘Tienes mi voz’. “Descubrí durante el rodaje que cada una de las personas con las que convivimos poseía una gran fuerza. Sus peculiares problemas y vivencias pedían ser contados y mostrados. Personas sencillas y desconocidas que he querido convertir en protagonistas de esta película", completa Pradas.

Así dieron por ejemplo con Lorena Genzor, natural de Ansó, que con 24 años se compró un rebaño de 600 ovejas y se fue a vivir sola a un pueblo vaciado de Soria. A los tres años tuvo un hijo, Manaslu, y ahora su segunda, Ainielle. También con Antonio Enfedaque, Joaquín Guillamón (en proceso de jubilación), Alberto Riba y José Luis Hernández.

Lorena Palacio es otra de las mujeres que participan en la cinta, una persona dulce, valiente y que siente un profundo amor por sus animales. Tras varias idas y venidas ha encontrado su lugar en el mundo y se ha incorporado recientemente al oficio junto con varios compañeros con quienes forma una comunidad para ayudarse unos a otros. Actualmente lidia con las dificultades de la zona por sacar su explotación adelante, al mismo tiempo que se encarga, junto a su pareja, de su hijo de dos años.

La historia de Lorena representa el trabajo en equipo y la dureza en los inicios de la profesión. Vive en Viu de Linás, en la provincia de Huesca, y trabaja pastoreo de montaña. Se incorporó en 2018. Su padre tenía una explotación de vacuno y ovino y al incorporarse ella se hizo cargo de las ovejas, pero amplió en número (tiene 450 ovejas, raza rasa aragonesa) e hizo más naves. Con su padre comparten el trabajo en explotación de vacas.

“He tratado de abordar el oficio de cerca, más allá del mensaje inspiracional, revelando tanto las virtudes como las desavenencias. En este camino, he encontrado sabiduría tras un entramado de pensamientos muy opuestos. Sin embargo, existen muchos puntos en común que interpelan a la conservación de su existencia y a la defensa de las poblaciones rurales”, concluye la directora.