Lola Pons al rescate de la lengua española

Acostumbrada ya a las presentaciones virtuales, Lola Pons acaba de publicar el libro "El árbol de la lengua" donde, una vez más, consigue que leer y estudiar el idioma no resulte aburrido. Esta catedrática de Lengua española lleva muchos años divulgando sobre ella y, de hecho, este texto es una cosecha de 69 textos que ha ido publicando entre 2017 y 2019 entre diferentes medios periodísticos. Todos son sobre el español y se centran en aspectos muy variados desde la pronunciación, hasta el habla de los jóvenes pasando por la la ortografía. En sus hojas se pregunta que por qué utilizamos anglicismos (tal vez porque suenan más modernos o para ocultar realidades incómodas), se fija en la hache muda y explica cuánto nos enseñan los nombres de los colores sobre nuestros prejuicios lingüísticos.

La historia de la lengua es su especialidad y llega a la conclusión que la lengua cambia según lo hace el hablante y no se le puede imponer nada. "Si no hubiera cambios lingüísticos seguiríamos con el latín, así que son muy necesarios aunque a veces no nos gusten", explica Pons que no se cansa de repetir que el español no se está empobreciendo. "Decir que cada vez los jóvenes hablan peor, es un error porque no todos hablan igual" y añade que hay que tener en cuenta el ambiente en el que se habla porque seguramente un joven no se expresa igual cuando está en familia, en la universidad o con sus amigos. Por eso, subraya, es importante enseñar a los niños a manejar un vocabulario variado.

Durante la pandemia no ha dejado de analizar el idioma. Le llama la atención las nuevas palabras que han nacido, sobre todo, en las redes sociales pero, sobre todo, la cantidad de palabras que hemos aprendido que pertenecen a un vocabulario más específico. Aunque también le entristece descubrir que con las miles de personas mayores que han fallecido, se han ido infinidad de palabras antiguas que ya se han perdido.