Aragón volverá a tener un árbitro en Segunda División

"El árbitro, en cierto modo, tirando un poco de ironía, es un futbolista frustrado". Siendo un niño, Carlos Muñiz descubrió que prefería el silbato al tacto del cuero. Canterano del San Gregorio Arrabal, su amor por el fútbol hizo el resto

Fue a los 17 años cuando su asistente de este curso le propuso acceder al mundo arbitral. Una década después, ha pitado el Málaga - Celta B de los play-off de ascenso a Segunda, en La Rosaleda ante 28.000 personas: "En estos campos cuando era niño yo era un rara avis porque los ratitos que estábamos jugando en estos campos, que por aquel entonces era muy exclusivo poder jugar en césped artificial, yo jugaba un ratito al fútbol y otro ratito lo arbitraba". 

"Tienes todos los ingredientes para tener uno de los partidos más importantes de mi carrera, que en mi caso lo fue". "Yo le dije al equipo que tenemos que salir ahí a disfrutar, no hacer experimentos y ser nosotros mismos". Es el camino de un árbitro que se considera un deportista más. "El fútbol va muy rápido, son 90 minutos, los kilómetros que recorremos son prácticamente similares o superiores a las de muchas demarcaciones". Ahora, le espera el debut en Segunda División, donde será el árbitro más joven.