Casademont Zaragoza logra su primera victoria con un partidazo (100-92)

Esto es otra cosa. Casademont Zaragoza se lució en el mejor momento: ante un Unicaja Málaga subcampeón de la Supercopa al que dominaron a base de calidad, con un Okafor sublime, un Yusta de máximo anotador (20 puntos) y un juego coral imponente. A destacar también el trabajo a destajo de un Sulejmanovic increíble y los 21 puntos de valoración de Smith y el propio Okafor. Comienza a rendir el nuevo proyecto de los de Porfirio Fisac ante una Marea Roja entregada. Un subidón matizado únicamente por la posible lesión de Bell-Haynes en la primera parte. 

Sulejmanovic y Yusta anotaron los primeros puntos de un Casademont de juego fluido. Unicaja por su parte intentaba jugar a partir de los buenos movimientos de un activo Cameron Taylor. Un taponazo del propio Sulejmanovic le demostró a los malagueños que no lo iban a tener fácil. En el arranque los de Fisac contenían todas las virtudes del rival, con un marcador muy escaso que no preludiaba lo que vendría por delante: en el minuto 6 el marcador reflejaba un 6-5. Ya había intervenido por primera vez Okafor, que con otra buena canasta anotó el 8-5. Cameron Taylor puso a los suyos a un punto antes de los primeros triples de Cinciarini y Thomas. Recortó una ventaja de 5 puntos Unicaja hasta ponerse a uno: y Thomas, de nuevo, puso a los suyos dos por arriba, la primera ventaja de los malagueños. Dolía el parcial de 0-8, tanto que Yusta en una arrancada de fe provocó un 2+1. El partido fluía con los dos equipos cada vez más enchufados. Alberto Díaz volvió a poner a los suyos por delante y Sima reventó el aro tras una gran interpretación del pick and roll. Langarita entró para aportar su descaro y una buena canasta. Ante la alternancia de los dos equipos, no fue raro el 23-24 del final el primer cuarto (Tyler Kalinoski anotó el último triple).

Una gran canasta de Langarita fue la primera acción del segundo - Casademont volvía a liderar en el marcador-, pero Málaga respondió rápido. El partido tenía pinceladas de basket de calidad: era el turno de los Smith y Gielo, quienes tras un parcial de 4-0 propiciaron el primero tiempo muerto de Ibón Navarro. Restaban 8 minutos y Casademont vencía 31-28. Eran los mejores minutos de los de Fisac, con un Unicaja que tampoco se quedaba atrás, gracias al arte de un Cameron Taylor inspirado. Los siguientes minutos estuvieron marcados por las pérdidas de Unicaja, con un Casademont muy intenso al que solo le fallaba el tiro de 3 y atacar con más tranquilidad. Kalinoski dio pasó a a falta de tres minutos con un triple a una desconexión que aprovechó Unicaja para irse por primera vez en el marcador (a seis) con un parcial de 0-5. Cincarini, con dos buenas acciones, recortó distancias. Al descanso se llegó entre genialidades de Okafor (dos grandes triples) y de Djedovic por parte malagueña. En el marcador, un abultado 48-50 con Yusta rubricando la última canasta. 

Un gancho de Emir significó el 50-50 nada más regresar del descanso. Yusta, Carter y Smith se repartieron los siguientes golpes. El partido transcurría frenético, con Sulejmanovic como el jugador más valorado, Okafor y Yusta los máximos anotadores y Unicaja mordiendo también. El propio Yusta mordía en ataque dejando en nada la defensa de un Unicaja que veía que se le podía ir el partido. Fue tras un canastón de Mark Smith que puso a los suyos 7 arriba cuando Ibón Navarro volvió a pedir tiempo muerto. Perry, Kalinoski y Carter sumaron para los suyos para ponerlos a un punto; Gielo respondió con un gran triple. Se llegó al último cuarto con un 75-72 en el marcador que tocaba defender con unas y dientes.

Kalinoski empató con un gran lanzamiento de tres, respondido por Gielo para regocijo de un público entregado. Smith siguió con el festival de 3 para poner a su equipo 4 arriba, y Alberto Díaz replicó de la misma forma para ponerle a uno. Okafor encestó para poner una ventaja de 3: ante la dinámica, Djedovic no quiso ser menos y sumó de 3. Con el ambiente en ebullición Okafor sacó su muñeca para buscar otra vez la ventaja. Los dos equipos estaban en bonus, el público en pie y la tensión por los aires... faltaba la guinda: una gran asistencia de Cincarini para el mate de Okafor. Yusta tras un tiempo muerto puso a los suyos 89-83, pero Djedovic respondió como mejor sabe Unicaja: con un triple. Ante eso Casademont no se despistó ni se asustó: siguió a lo suyo, mostrando una gran calidad en el juego pese a lo centrada que estaba la defensa de Unicaja. Miguel González se sumó a la fiesta con un triplete desde la esquina que allanó el camino a una victoria que llegó tras mucha tensión y una sucesión de tiempos muertos que desembocaron en un final en el que se alcanzaron los 100 puntos. Un 100-92 que terminó con la Marea Roja de pie aplaudiendo a los suyos.