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El Casademont Zaragoza masculino pone fin a una temporada con muchos altibajos

El conjunto aragonés cerró este martes la temporada con una derrota ante el Lenovo Tenerife, dando así por finalizada una campaña con diferentes sentimientos

Aragón Deporte /
Los jugadores de Casademont Zaragoza celebran una victoria.
icono foto Los jugadores de Casademont Zaragoza celebran una victoria.

Casademont Zaragoza puso fin este martes a la temporada 2022-2023. Lo hizo con una derrota en tierras canarias ante el Lenovo Tenerife teniendo así un amargo cierre de telón, ya que fue muy inferior a su rival y tras un gran primer cuarto no pudo hacer frente al poderío de su rival.

El proyecto masculino del conjunto rojillo comenzó de una manera dramática, encajando cuatro derrotas consecutivas con un técnico sin experiencia en Liga Endesa pero con recorrido en las mejores competiciones europeas. Martin Schiller llegó a la capital aragonesa con un estilo de juego diferente a lo visto anteriormente en el Príncipe Felipe. Con una idea atractiva quería enganchar a la grada desde el primer momento, pero sucedió todo lo contrario. El equipo apenas mostró signos de cohesión entre sus jugadores, algo que se vio reflejado con esas cuatro derrotas consecutivas. El técnico austriaco terminó siendo destituido, y llegó a Zaragoza un viejo conocido.

Porfirio Fisac se hizo cargo de un equipo mentalmente derrotado y su misión era clara: salvar la temporada como fuese. No pudieron empezar peor sus dos primeros partidos al frente del equipo, ya que cayó en casa ante un rival directo como Fuenlabrada, y en Badalona ante el Joventut. Con un 0-6 y el último puesto en la clasificación, el Real Madrid visitaba el feudo rojillo, y aquí todo iba a cambiar. En contra de todos los pronósticos, el Casademont logró un triunfo muy sólido, con el que se empezó a ver algo de esperanza. Ese triunfo se reafirmó en la siguiente jornada, donde los aragoneses vencieron al Real Betis y abandonaron el farolillo rojo de la clasificación. A partir de ese partido vendrían de nuevo momentos de altibajos, en los que se encadenarían pequeñas rachas de victorias y derrotas. Muchas de estas derrotas serían por la mínima y en la última jugada del partido, algo que no terminó desesperando al equipo, ya que Fisac supo manejar la situación para controlar los nervios en otros partidos.

La clasificación se apretaba y cada vez más equipos estaban inmersos en la lucha por la salvación. Sin embargo, el conjunto aragonés iba a salir de peligro venciendo en los momentos clave y ante rivales de Euroliga. Victorias ante el FC Barcelona y el Valencia le daban aire a un equipo aragonés que había perdido en partidos ante rivales directos. El conjunto rojillo sellaría la permanencia en casa ante el Joventut en la jornada 31, y desde ahí tres derrotas consecutivas y malas sensaciones para finalizar la temporada.