Con la pólvora mojada

Más que discreta. Así se podría catalogar visto lo que va de temporada la aportación de los delanteros de la SD Huesca. Hasta ahora, los arietes del conjunto oscense han conseguido marcar cuatro goles en las 17 jornadas que se han disputado: dos de Escriche y de Pitta y todavía ninguno de Adolfo Gaich.

Registros muy lejanos a los de otras campañas del equipo azulgrana en Segunda División. Tan sólo se asemejan los cinco tantos del curso anterior en la Categoría de Plata, sí, la del ascenso con Míchel Sánchez, cuando a estas alturas entre Okazaki y Cristo sólo habían conseguido una diana más que los delanteros actuales. Números muy diferentes los de la temporada del primer ascenso a la máxima categoría del fútbol nacional, en la que el Cucho Hernández ya atesoraba diez goles en las 17 primeras jornadas del campeonato. Al final, el equipo de Rubi ascendió con 75 puntos y 61 goles a favor. El colombiano, con 16 goles; Chimy Ávila, con siete; y un Gonzalo Melero que se destapó con 17 goles llegando desde la segunda línea, fueron los máximos goleadores. 

Muy cerca de esos registros se quedó el Huesca de Anquela, cuyos puntas ya habían conseguido nueve dianas a estas alturas de la campaña: cuatro de Samu Saiz, cuatro de Borja Lázaro y una de Urko Vera. Guarismos que dejan claro que este año los hombre gol del Huesca tiene la pólvora mojada.

Sea la pelota o sea lo que sea, los delanteros del Huesca sólo meten uno de cada cinco goles que logra el equipo. Joaquín Muñoz y Marc Mateu, con dos tantos; Florian Miguel y Cristian Salvador, con uno; y Seoane, máximo anotador con cinco, son los otros jugadores que han gritado gol esta campaña.