Dos finales por todo lo bajo

La mala dinámica que vive el Real Zaragoza coincide en muchos aspectos con sus dos últimos rivales de liga regular, Albacete y Ponferradina. Dos rivales que llegan con el agua al cuello y, a diferencia del club aragonés, jugándose el descenso. Si el conjunto blanquillo quiere asegurarse los puestos de play off, deberá aliviar su crisis y ahondar en la de sus oponentes. Su rival más inmediato, el Albacete, viene en plena racha descendente. Han cosechado tres empates y una derrota, en su último partido ante el Elche, en los últimos cuatro encuentros. La Ponferradina no está mucho mejor: sus últimos cinco partidos los cuenta como derrotas, algunas de ellas muy duras. Visita La Romareda en la última jornada. Su próximo partido, la visita del Almería, no llama precisamente al optimismo. 

El Albacete, mal en el Carlos Belmonte

El viernes toca un partido por todo lo bajo: la visita del Real Zaragoza a un rival, el Albacete, que se juega seguir en LaLiga Smartbank y no ha sido capaz de ganar en su estadio desde la vuelta del parón. Una racha distinta a la del Zaragoza en casa porque los manchegos no ganan pero tampoco caen derrotados: de sus últimos cinco partidos como local, perdieron el primero ante el Almería y han empatado los cuatro últimos. Resultados insuficientes que les han llevado a estar ante penúltimos a un punto de la clasificación. Los blanquillos, inmersos en una de las peores crisis de su historia, deberán empequeñecer la suya y agravar la del Albacete.

En el calendario está también la hoja de la jornada 42, que se jugará tres días después del duelo en el Carlos Belmonte. La Romareda le abrirá sus puertas a una Ponerradina que se ha metido en un buen lío. Después del parón estaban en una situación holgada que casi les permitía mirar a los play off. Desde entonces, la nada. Cuatro partidos seguidos perdiendo y sin marcar un solo gol. Su estrella, el ariete Yuri, sólo ha marcado un gol desde febrero. Una racha de resonancias funestas que el Real Zaragoza tendrá la obligación de aprovechar una vez jugado el duelo contra el Albacete. 

Hasta el partido contra el Real Oviedo, el Real Zaragoza se había podido imponer a los dos rivales de zona baja contra los que había jugado, Extremadura y Lugo. Los asturianos anularon cualquier esperanza de reacción y les hicieron tocar fondo: ahora toca hacer borrón y cuenta nueva, volver a empezar de cero en el Carlos Belmonte y seguir en casa ante dos rivales en plena crisis que también necesitan reaccionar. Su castigo es más dramático aún: el descenso.