El gran primer set no fue suficiente (3-1)

El CV Teruel no ha podido imponerse al Panathinaikos, el mejor equipo de su país, pero sí hacerle sufrir en un primer set para recordar. Al final, 3-1 en un partido en el que el conjunto mudéjar solo flojeó en la tercera manga. Queda la vuelta en un Pabellón de Los Planos que se abonará a la épica para remontar la eliminatoria. 

El gran primer set que se iba a dar lo anticipó un gran primer intercambio de puntos en el principio. El conjunto turolense le hacia daño en el saque a los griegos, un parcial de 0-2 ponía el partido 5-5, respondido por el conjunto verde. Había empezado muy bien el conjunto mudéjar, con un gran Ereu haciendo frente a la altura de jugadores como Jacobsen o Van Den Dries. Un inicio que le llevó a acumular un 6-8 que neutralizaron los locales con cuatro puntos seguidos tras una gran racha de saque de Andreopoulos, lo que provocó el primer tiempo muerto de Rivera. Les costó seguir dominando la recepción a los aragoneses, lo cual hacia que no enlazaran varios puntos seguidos, sin perderle -eso sí- la cara al partido. Un gran bloqueo de Petty les volvió a acercar a un punto, 13-12. El partido iba a rachas, con los dos equipos sumando mucho en el saque, también asumiendo riesgos en esa faceta. Dos grandes bloqueos hicieron mantenerse al equipo en el partido tras una sucesión de decisiones arbitrales polémicas que llevaron a Panathinaikos a ponerse cuatro puntos arriba. Así, se llegó a la recta final de la primera manga empatados a 19, tablas que se mantuvieron con el 20 en el marcador. Tres grandes acciones seguidas de Jukoski adelantaron a su equipo en un momento clave: 21-22  Tres puntos seguidos de los griegos les acercaron a un punto del set, pero los de Miguel Rivera subsanaron los dos.

Petty tuvo el set en sus manos; su saque fue bien respondido. Los dos equipos peleaban en el alambre, con puntos milagrosos salvando sin parar puntos de sets. Petty, Vildósola, Jukoski... todos dieron lo mejor de sí en  intercambio largo de puntos cuya patata caliente le explotó a los griegos para regalarle el primer set a los turolenses. Un grito colectivo de rabia y alivio en un partido que prometía. 

Arrancó fuerte el Panathinaikos en la segunda parte con dos puntos arriba, respondidos por Ereu. Van Den Dries, muy activo, puso el 3-1. No solo el belga se enchufó: Andreopoulos y Stalekar también se esmeraron para subir a su equipo al 7-4. El tiempo muerto de Miguel Rivera les frenó el ritmo. Pero los Jacobsen brecha en el marcador minutos después: 9-5, otra vez cuatro arriba, la máxima distancia en el marcador hasta ese momento. La tenacidad de los aragoneses no era suficiente para que aumentaran esa distancia con el 13-8. Había que tirar de la veteranía de Ereu y estar más atentos al saque. La lectura de bloqueo de Bugallo también ayudó. El guion siguió similar, el CV Teruel bien en todas las facetas pero sin lograr romper ese colchón de dos, tres, cuatro puntos que tenían los griegos en todo momento. Con 21-17 Rivera paró el partido pero no surtió efecto. Sin apenas oposición y sin daño en el saque la segunda manga se fue a favor de los griegos. 

Errores en ataque y ciertos de rivales como Rangel hicieron que el equipo griego se distanciara en la tercera manga. Cuando Protopsaltis puso el 6-1 Rivera paró el partido. Un segundo error de Petty y un nuevo gran servicio de Jacobsen termino de hundir el inicio de set de un nervioso y forzado CV Teruel. Muchas de sus acciones eran para pasar la pelota, no para atacar, y eso favorecía mucho las defensas y ataques de los verdes. Todos los balones iban a la primera línea, donde Protopsaltis lo tenía demasiado fácil. Una sangría patrocinada por un gran Jacobsen en el servicio que masacró a los turolenses. El resultado del tercer set lo dice todo: 25-13 y 2-1.

El cuarto set empezó igualadísimo, con un respondón CV Teruel liderado por Ereu. 4-4 se llegó a ir al principio; dos zarpazos de Rangel y otro de Protopsaltis adelantaron a los locales. Un bloqueo de Bugallo y un toque a la red redujeron la diferencia a solo un punto, pero Andreopoulos mantuvo la diferencia en 9-7. Van Den Dries falló y acertó en los dos siguientes puntos, 10-8. El club griego estaba más fallón que en los anteriores sets y el resultado igualado, con una ventaja continua de dos, tres puntos arriba para los griegos. Un gran bloqueo de Vildósola y la astucia de Bugallo rompieron esa diferencia e igualaron 15-15. Ahí los griegos pidieron un tiempo muerto del que salieron más sólidos y que fue decisivo a la postre: un parcial de 8-0 les llevó al 23-16 con una actuación colectiva inmensa en la que tiraron de todos sus recursos. Así se llegó al 24-18, con seis bolas de partidos que no desaprovechó el equipo griego: al final 25-18 y 3-1 en el resultado final.