Fernando Zorrilla vuelve a disfrutar del deporte

La historia de Fernando Zorrilla habla de superación y de una forma de vivir el atletismo que se lleva hasta el final con el corazón. Hace dos semanas se proclamó campeón de España de duatlón; poco antes, medalla de plata en el Campeonato de España de triatlón de invierno en Ansó. Dos éxitos plenos de orgullo cuya trascendencia se ve desbordada si uno se para a ver la historia detrás de los titulares: lo hizo después de que hace 7 meses sufriera el episodio más duro de su vida.

El deportista de Stadium Casablanca se lo cuenta así a Aragón Deporte: "Me arrolló un coche, me arrastró por el asfalto y me pasó por encima con dos ruedas por encima de la cadera. El piloto dio positivo en alcohol y drogas y para mí supuso cuatro fracturas de cabeza. Hubo varias semanas de hospitalización, de camilla y dos meses en silla de ruedas". Además de eso, el deportista tenía una fractura en la pelvis, lugar donde el coche le pasó por encima.

Tras salvar la vida, tocaba empezar de cero. El reto de recuperarse físicamente era mayúsculo y las adversidades, demasiadas. Tan duro fue el proceso que hubo momentos en los que parecía imposible seguir. "Yo empezaba a ver que al ponerme de pie la cadera me respondía un poco extraña. Se me iba hacia un lado y al correr me daba cuenta de que mi cadera no era la misma", recuerda Zorrilla. 

Eso fue al comienzo. El zaragozano se centró en trabajar y mejorar todo lo que estaba bajo su control; contra lo demás no podía luchar. En paz con el destino y con ese "fuego interior" que tienen los deportistas, Zorrilla se fortaleció. Prácticamente en tiempo récord, el atleta ha conseguido volver a disfrutar de la realidad que tenía antes. La del amante del deporte que no se cansaba de cosechar medallas. Ahora es campeón de España y su calendario está repleto de citas importantes.

"Ahora, al ser campeón de España puedo acceder a un montón de carreras de renombre y de prestigio así que espero aprovecharlo y seguir cosechando buenos campeonatos", explica. La vida y el deporte. Siempre de la mano hasta en los momentos más complicados para este joven atleta que ahora mira al futuro con optimismo y con más ganas que nunca.