Sólo importa una cosa: ganar en Castellón

Cuando el Real Zaragoza salte hoy al césped de Castalia para enfrentarse al Castellón (21:00 horas), tendrá en su mano matizar todo el ruido mediático de las últimas horas. Los jugadores blanquillos estarán obligados a hacer lo único que debería contar ahora mismo: jugar y ganar. Se lo deben a la afición y, sobre todo, está en juego la propia supervivencia de la entidad. Hundidos en la tabla con diez puntos (uno por debajo de los levantinos) y a tres de la salvación, los de Iván Martínez tienen la misión de demostrar que son capaces de competir en una categoría que de momento les está pasando por encima. Una victoria, cinco empates y ocho derrotas sobre el campo son números funestos que, lejos de asustar, tienen que motivar, conjurar a los jugadores. Si el Zaragoza se quiere salvar, tienen que ganar estos partidos; sólo importan los noventa minutos.

El rival, el Castellón, no está mucho mejor. Los albinegros sólo han ganado un partido de los último once. Esta victoria llegó hace cuatro jornadas, precisamente de la mano del zaragozano Rubén Díez, antaño conocido como 'Jamelli'.  Un club acostumbrado a sufrir, endurecido por el sufrimiento, al que la desaparición como entidad le ha mirado a los ojos durante los siete años seguidos que se pasó penando por Tercera división (en algún momento llegó a rozar el descenso a Regional Preferente). La temporada pasada regresó a Segunda tras diez años, por lo que se podría decir que esta situación ya era esperada. Marc Mateu, Óscar Whalley o el zaragozano Paolo Fernandes son otros conocidos para el amante del fútbol aragonés que militan en sus filas.

Iván Martínez ha resaltado la fe de sus pupilos: "El equipo está bien. Sabemos en qué posición estamos, pero los chicos creen y tienen ganas de sacar esto adelante. Mañana es una verdadera final”. Un partido de fútbol vital en medio de una tormenta institucional y rumores de compra de las que los jugadores están obligados a aislarse. Con las bajas de jugadores como James, Adrián, Atienza, y obligados a viajar en el día tras detectarse el martes un positivo en la expedición (todos los jugadores han dado negativo), el equipo blanquillo está obligado a ganar. Sólo vale eso.