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Una presentación para la historia

Más de 7.000 aficionados han acudido a una presentación muy emotiva

Juan Pablo Montaner / Diego Lamelo /
icono foto Kagawa besa el escudo del Real Zaragoza en su presentación en La Romareda.

"Aquí hay más gente que en la presentación de Aimar". Era la expresión más repetida entre los periodistas veteranos de la información deportiva de Zaragoza al acceder al césped de La Romareda y ver cómo estaba la grada del estadio, abarrotada con más de 7.000 aficionados. Cada uno con una historia detrás. Algunos se habían ausentado momentáneamente del trabajo, otros habían acudido casi a la carrera tras hacer gestiones con sus abonos en las cercanas oficinas y otros habían dejado de lado otros planes para no perderse la puesta de largo de Shinji Kagawa. Una presentación para la historia.

Antes de que eso sucediera, el Real Zaragoza quiso que su fichaje estrella se sintiera cómodo desde el primer momento. Por eso eligió la confortable sala Luis Galvé del Auditorio de Zaragoza para la presentación del jugador. Además, creo el clima perfecto con la presencia de miembros del Museo de Origami de Zaragoza y otros de la Asociación Cultural Aragón-Japón, que dieron la bienvenida al jugador al ritmo de Taiko, tambor tradicional japonés. Detalles que hicieron al jugador como en casa y que sin duda sorprendieron al numeroso grupo de periodistas japoneses que se había acercado a cubrir el evento.

El evento que ha sobrepasado fronteras gracias a la labor de difusión de estos comunicadores y de gente del mundo del fútbol y aficionados que destacan por todo el mundo la llegada de Kagawa al Real Zaragoza. Porque la presentación del jugador japonés ha sido portada en la edición digital de algunos de los principales diarios japoneses. Pero no solo eso, su presentación también ha tenido eco en medios alemanes, ingleses y europeos, dando cuenta de la importancia de este fichaje.

Una afición entregada

Tras el acto oficial, que finalizó con la interpretación de una jota que agradó mucho al jugador a tenor de sus reacciones, Kagawa se dirigió al estadio de La Romareda, donde le esperaba una afición entregada. Más de 7.000 aficionados habían hecho cola pacientemente desde antes de las 12:00 horas para coger el mejor sitio posible. La espera fue larga pero entretenida, ya que la grada aplaudió y jaleó a cada persona que iba apareciendo sobre el terreno de juego, fuera periodista, personal del club o reportero gráfico.

La espera llegó a su fin a las 13:19 horas. Shinji Kagawa apareció por el túnel de vestuarios y la grada se vino abajo. Aplausos, gritos, cánticos... Todo valía para mostrar su satisfacción por la llegada de la estrella japonesa. Kagawa cogió el micrófono, saludó a la afición y acto seguido ejecutó las habituales carreras para mostrar sus habilidades a los medios gráficos. El jugador repartió varios balones entre los aficionados y casi se arrancó a cantar cuando dos componentes de B-Vocal entonaron varias canciones zaragocistas para poner punto y final al acto.