El regañao, un producto con mucha historia que no puede faltar en las meriendas vaquilleras

El regañao es un imprescindible en la Vaquilla de Teruel, y la merienda preferida durante las fiestas desde hace más de un siglo. Un producto con historia que se amasa con cariño y se cubre con tradición.

El original es el de sardina, pero, como no podía ser de otra forma en Teruel, el de jamón es el rey de los que se preparan durante la Vaquilla. En los últimos años también han nacido versiones con otros sabores, como panceta, conserva o papada.

Para las fiestas, del Horno Sanz salen entre 6.000 y 8.000 regañaos para acompañar a una tarde en la corrida de toros, en la tradicional merienda del domingo o para descansar durante los ensogados.

"Lo tienen todo, desde los hidratos de carbono con la harina de trigo y la masa, el aceite de oliva, el jamón con su sal y todas las proteínas, el pimiento, la propia sardina, la panceta... Es que eso es vitamina para el cuerpo. Por lo tanto, el reconstituyente es a diario, y más si se sale por la noche, recomendable para levantarse y seguir con fuerza la Vaquilla", indica Jorge Sanz, gerente del horno.

Aunque ahora se consumen durante todo el año, las Fiestas del Ángel están llenas de momentos con familia o amigos en los que no falta el regañao.