Abrazos y lágrimas en una vuelta a casa marcada por la pandemia

La Navidad es, por lo general, una época del año de paz, de ilusión y de alegría, aunque a veces esos sentimientos se ven enturbiados por la tristeza y la añoranza. Sobre todo desde el año pasado, cuando ha entrado en escena el coronavirus. En Aragón, muchas personas han perdido seres queridos por este virus y otros no pudieron comerse el turrón al abrazo de su familia y amigos en 2020. Una situación que confían sortear este año con la esperanza puesta en que la COVID-19 les de una tregua.

Este es el caso de Vika, Fernando, Carolina y Santiago, quienes han logrado llegar a nuestra Comunidad desde diferentes países, pasando por unas restricciones que Ómicron, como el 'Grinch', se ha encargado de endurecer. El programa Objetivo, de Aragón Tv, recoge sus testimonios, que se podrán visionar este domingo 26 de diciembre a las 13.25 horas en la televisión autonómica.

"Tenía muchas ganas de venir a España a ver a José, a Ana, a mis hermanos de España y a mi abuela. Los quiero mucho", afirma Vika Golyaka, una niña ucraniana que desde hace cinco años viene para pasar estas fechas con una familia de acogida aragonesa. José Pardo, su padre "temporal", ha ido a recogerla al autobús que tras varias pruebas diagnósticas la deja finalmente en Aragón. "Estamos encantadísimos de que venga y cuando tenga 18 años le plantearemos que si quiere venir a nivel individual", exclama. En cuanto a planes, esta familia reconoce que van a "limitar un poco las cenas" en comparación con años pasados. "Cenaremos cada uno en nuestra casa y después seguramente nos juntaremos a tomar una copita de champán", explica Pardo. 

Pruebas PCR, test de antígenos, vuelos caros, esperas… son muchas las peripecias y aventuras que han tenido que realizar los aragoneses para finalmente poder este año reunirse con los suyos. Fernando López viene de Senegal para pasar estos días con su familia y amigos porque trabaja como responsable de la ONG Arapaz. El año anterior no pudo volver a España por la pandemia, y ahora confiesa que está deseoso de pasar en Aragón estos días. "Estoy terminando de preparar las maletas con tantísimas ganas que casi me he hecho una lista de familia y amigos para visitar, siempre dentro de lo que sea posible. El año pasado me quedé todo el año aquí, en Senegal, porque entendí que mi trabajo de cooperación no es solamente en los momentos buenos, sino también en los demás”, apunta.

Y un largo viaje ha recorrido también Carolina Rodríguez para reencontrarse con su familia, 7.500 kilómetros. Vive en Lafayette, en Luisiana, donde estudia una beca deportiva. Sus planes en estas fechas son principalmente familiares porque, dice, lo que más echa de menos en Estados Unidos es "no tener siempre a los padres encima". "Voy a pasar la Nochebuena y la Navidad con mi madre, y la Nochevieja y Año Nuevo con mi padre, e iremos seguramente a visitar a la familia al pueblo", cuenta.

Con la misma intención de pasar tiempo con los suyos, Santiago Herrero se ha desplazado desde Londres, donde trabaja, hasta Aragón. Aunque lamenta que sus planes están "un poco en el aire": "Yo venía con la idea de ver a todo el mundo, de hacer cenas, de hacer fiesta en Nochevieja y tal, y de repente he llegado y la situación está casi tan mal como en Londres. Todo el mundo se está contagiando, todo el mundo habla de la COVID-19... está todo muy en el aire", indica.

En concreto, Santiago lleva algo más de un año sin venir a Zaragoza, un tiempo superior al deseado que se ha ido prolongando por la pandemia y por el Brexit. Igualmente, Vika las navidades pasadas no pudo pasarlas con su familia de acogida. “La hemos echado muchísimo en falta. La hemos suplido con muchísimas llamadas, pero lo que es el contacto físico, el cariño y los besos, sí que lo hemos echado en falta a lo largo de estos últimos dos años", señala al respecto José Pardo.

Requisitos para viajar 

Todos estos viajantes tenían el mismo destino: España. Pero cada uno ha tenido que preparar una documentación diferente, en función del lugar de origen desde el que partían. Fernando López solo ha tenido que presentar el pasaporte COVID para salir de Senegal y entrar a nuestro país. Lo mismo ha tenido que hacer Santiago Herrero en Londres, aunque él tendrá que hacerse una prueba PCR en España para volver a Londres y otra a los días en días en Inglaterra.

Por su parte, Carolina Rodríguez ha tenido que realizarse un test de antígenos o PCR en Estados Unidos durante las 72 horas previas a la partida del avión, y además ha tenido que solicitar un documento que acredite que está vacunada. 

El caso de Vika, por ser un menor que viene de acogida a España, es algo diferente. "Hemos tenido que firmar papeles como siempre, de la DGA, de Penales, de Menores... todo el papeleo que lleva esto, pero bueno desde la Asociación que lo gestionan se han encargado de todo", dice la que va a ser su madre estos días, Ana María Gil. A niños como Vika, antes de venir, les realizaron una prueba  PCR y, según Gil, algunos no pudieron viajar porque "dieron positivo”.