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COMIENZA LA TEMPORADA

Aragón, territorio de pesca: más de 54.000 personas obtienen su licencia cada año en la Comunidad

La temporada de trucha comienza en marzo. Es la especie mayoritaria en el Pirineo, aunque zonas como en el Mar de Aragón pueden capturar otros peces durante todo el año

IBAN ANSA /
Un pescador de truchas en el río Ara de Huesca
icono foto Un pescador de truchas en el río Ara de Huesca

La temporada de pesca de la trucha comienza con el mes de marzo. En Aragón, más de 54.000 personas obtienen cada año su licencia para practicar un deporte que ofrece grandes oportunidades económicas a zonas del entorno de los embalses de Mequinenza y Ribarroja, en la cuenca del Ebro. Estas masas de agua son destinos de gran afluencia extranjera. 

Según datos del Gobierno de Aragón, en la Comunidad hay 54.054 licencias y cerca de 50 cotos. Aunque hay especies que se pueden capturar durante todo el año, la temporada de trucha empieza a principios de marzo. 

La mayoría de las zonas de pesca de la trucha están en la provincia de Huesca. Desde hace años, el Ejecutivo autonómico ha trabajado para que esta especie recupere su hábitat natural con la cría en cautividad y suelta de ejemplares en las cuencas de los principales ríos. Una iniciativa muy bien recibida desde la Federación Aragonesa de Pesca, ya que ha permitido que la Comunidad sea una región de referencia para la captura de esta especie

Fernando Zaragoza lleva 50 años acudiendo a pescar truchas. Para él, "siempre es una ilusión el inicio de la temporada". "Comienza una época del año en la que uno se mimetiza con la naturaleza y los ríos salvajes. La sensación que se experimenta es única. El momento en el que un ejemplar pica, lo metes en la saca, lo desanzuelas y lo devuelves al agua...", relata este veterano aficionado a la pesca. 

Diversificación turística del Pirineo

La cuantificación económica de este deporte o afición es difícil de calcular, ya que muchos de los que acuden al Pirineo para esta práctica lo hacen buscando otra oferta turística, como el esquí o el senderismo. "La pesca -señala Víctor Otal, presidente de la federación- no está demasiado publicitada a pesar del alto número de practicantes que tiene". "Para los municipios del Pirineo es mejor apostar por la organización de una carrera de montaña que por un campeonato de pesca", denuncia. Por eso, piden a la Administración que también incluya a la pesca en este tipo de eventos. 

Otras zonas de Aragón se benefician de que en sus aguas se puede practicar esta modalidad deportiva todo el año. Es el caso de los embalses de Mequinenza y Ribarroja. En el entorno del conocido como Mar de Aragón, la pesca sirve de motor económico para muchos, con un turismo que llega de toda Europa por las oportunidades que ofrecen sus aguas, repletas de especies como el siluro o la carpa. Solo en permisos, la federación aragonesa recauda más de medio millón de euros. Este 2023 se confía en revertir la mala situación que vivieron el año pasado, en buena parte por el bajo caudal de agua que hubo en el entorno. Esa circunstancia obligó a dar por concluida la temporada a mediados de septiembre, cuando lo habitual es que se extienda hasta noviembre. 

Campeonato del mundo en Ribarroja

Para tratar de impulsar este deporte, la federación ha organizado un Campeonato del Mundo de Pesca, el que registra más participantes de los 35 que cada año se celebran en todo el planeta. 500 personas de 45 países acudirán a principios de septiembre a los alrededores del embalse de Ribarroja para participar en el encuentro. Víctor Otal recuerda que muchos de los participantes llegan a la zona muchos meses antes para entrenar.

Iniciarse en la pesca

Y para quien pueda estar interesado en iniciarse en la pesca, lo principal es disponer de la licencia pertinente y del pase de autorización en caso de acudir a un coto privado. El material es bastante asequible, tal y como explican algunos de los expertos consultados. "Por 12 euros puedes conseguir una caña con todos los aparejos", señala Mikel de Diego, propietario de Caspe Fishing Shop. A eso hay que añadir la bolsa para guardar el material y una caja para los gusanos. Ambos productos pueden obtenerse por unos cuatro euros. A partir de ahí, dice De Diego, solo queda "armarse de paciencia y disfrutar del entorno". La acción la reporta conseguir que un ejemplar muerda el anzuelo.