La temporada de esquileo, una tradición imprescindible para las ovejas

La lana apenas se cotiza actualmente en el mercado, pero esquilar a las ovejas es necesario para garantizar su bienestar. "Lo hacemos primero por el calor y, después, por el tema de sarnas y plagas. Sin lana, este tipo de parásitos es más fácil de erradicar", asegura el ganadero de Valderrobres Juan Carlos Deia.

Por eso cada año llegan hasta Aragón cuadrillas de Uruguay, Polonia o Rumanía. Recorren de abril a junio las explotaciones ovinas. "Vamos cuatro esquiladores y dos cogedores de ovejas. Empezamos por Jaca y después vamos donde nos dice la cooperativa", cuenta el esquilador Sandu Arinton.

El Grupo Pastores coordina ocho cuadrillas que esquilan hasta a 600.000 ovejas al año. Para garantizar la seguridad sanitaria vienen con una PCR negativa que se repite aquí asegura Diego Franco, el director de marketing de la cooperativa.

Esquilar a las ovejas es también una tradición y aunque la lana no tenga salida comercial, sí que se clasifica y se vende a importadores chinos.