Aumenta el interés en Aragón por la ciberseguridad, un sector a la caza de profesionales que evita pérdidas económicas

El interés por la ciberseguridad, uno de los sectores profesionales con mayor proyección para este 2024, ha ido creciendo en Aragón los últimos años tanto por parte de las empresas como de las instituciones educativas. Las buenas expectativas de esta actividad las refleja el informe ‘Análisis y Diagnóstico del Talento en Ciberseguridad en España’, elaborado por el Instituto Nacional de Seguridad (Incibe), que prevé que el número de personas formadas en este ámbito superará durante 2024 las 83.000. El motivo es la necesidad de proteger los sistemas informáticos de amenazas cada vez más sofisticadas.

El sector de la ciberseguridad en España tiene un valor estimado de 2.000 millones de usuarios, según Incibe, y la formación de los trabajadores resulta primordial para que puedan detectar cualquier ataque, especialmente en las pequeñas empresas con una débil defensa ante los ciberdelincuentes. "Rara es la semana que no tenemos conocimiento de empresas que han sufrido ataques de distintas índoles. Hay algunas que tienen ataques inocuos, que simplemente es una denegación de servicios y están parados unas horas. Sin embargo, hay empresas que económicamente sufren unos ataques que les pueden suponer de 30.000 a 50.000 euros", señala César Ordás, gerente de la empresa aragonesa Itzidata. 

En la última década, las contrataciones en el sector de la ciberseguridad se han multiplicado por cuatro en todo el mundo, según el informe de Cybersecurity Ventures, que confirma que los trabajadores de esta rama tecnológica van a ser los mejores pagados, con sueldos cercanos a los 100.000 euros al año. Esta cifra, no obstante, dista de las remuneraciones que las empresas de la Comunidad aragonesa y de otros territorios ofrecen en la actualidad a estos profesionales. "Salvo las excepciones de genios y referentes, estamos hablando de unas retribuciones muy similares a las de ingenieros informáticos especializados en programación", detalla Manuel Pérez, gerente del Clúster TIC de Aragón (Tecnara).

Aumentan los grados y cursos de especialización

Las ofertas formativas en el ámbito de la ciberseguridad adquieren cada vez un mayor valor. Este curso la Universidad San Jorge ha implantado el Grado en Ingeniería de la Ciberseguridad mientras que el posgrado en Ciberseguridad y Protección de Datos de la Universidad de Zaragoza cumple su segunda edición. Esta última titulación se imparte en el Parque Tecnológico Walqa de Huesca, con docentes como Fernando Tricas, especialista en Informática e Ingeniería de Sistemas. "El negocio se basa en unos sistemas que tienen que estar funcionado perfectamente y sabiendo que en caso de que ocurra algún problema, ya sea de ciberseguridad u otro tipo, van a poder recuperarse y continuar con la actividad", explica.  

Además, el Gobierno de Aragón ha desarrollado programas de especialización en ciberseguridad en el ámbito de la Formación Profesional y las compañías desarrolladoras de 'software' ofrecen sus propios cursos para aprender o mejorar en el uso de las herramientas. "Las certificaciones obtenidas son de gran valor para muchas empresas", añade el gerente de Tecnara, antes de comentar la paradoja de los genios en este sector. "La inmensa mayoría de referentes en ciberseguridad, capaces de combatir o tumbar ataques informáticos de hackers, comparten una característica: son autodidactas y han aprendido solos, porque su vocación les llama desde bien jóvenes a introducirse en el manejo de los códigos y la programación informática", indica.   

Desde Tecnara consideran que la mayor inversión en ciberseguridad ha de ir acompañada de una labor de divulgación a la ciudadanía por parte de las administraciones públicas sobre los riesgos de los ataques informáticos. "Ocurre que en muchas ocasiones el fallo se produce en el eslabón humano de la cadena. Estamos viendo que hay mucha ingeniería social por parte de los hackers y debemos ser consciente de esos trucos y engaños para no caer en la trampa", advierte Pérez.