¿Cómo actuar ante un atragantamiento? La maniobra de Heimlich puede salvar vidas

Saber actuar ante una situación urgente en caso de atragantamiento puede salvar vidas. Los atragantamientos son la tercera causa de muerte por motivos externos en España. Según la última estadística, correspondiente al año 2020, 2.500 personas fallecieron a causa de este tipo de asfixia, la mayoría, adultos mayores de 65 años.

Ante esto, resulta esencial conocer cómo se hace la denominada maniobra de Heimlich. Es la que utilizó el inspector de la Policía Local de Teruel, Ángel Loras, cuando en enero de 2021, en  pleno temporal Filomena, evitó el atragantamiento de un bebé. El agente, que recibió la Medalla al Mérito Policial de Aragón recientemente, ha explicado esta mañana en el programa Buenos Días Aragón, de Aragón TV, cómo hay que actuar ante una situación de emergencia. 

"Cuando llegamos, la pequeña estaba cianótica. No respiraba y sus padres no sabían qué hacer", ha recordado Loras. "Lo más importante ante una situación así es mantener la calma", ha subrayado el agente, quien ha explicado el procedimiento gracias al cual pudo salvar la vida de la pequeña: "Primero hay que comprobar si la obstrucción es total o parcial. En el primer caso, hay que ver si hay algún elemento en la boca que impida la respiración. En este caso fue así. La niña tenía un plástico, pero pude quitárselo", recuerda.

Ante una emergencia, cada segundo cuenta y tener claro el procedimiento es clave. "En ese momento hay que colocar al bebé sobre los brazos, con la cara hacia el suelo y dar pequeños golpes intraescapulares para ayudar a liberar el objeto alojado en la boca y para generar el estímulo de la respiración", indica el inspector turolense. El inspector ha recomendado reducir las posibilidades de riesgo de atragantamiento evitando dejar elementos pequeños al alcance de los bebés. "Los niños se llevan todo a la boca y ese es el peligro", comenta Loras.

En el caso de atragantamientos en adultos, la maniobra de Heimlich se realiza de forma diferente. "Si no puede gestionarlo por sí mismo, hay que colocarse a su espalda, con el puño cerrado debajo del diafragma y elevarlo hacia nosotros con un golpe seco", explica el inspector de la Policía Local de Teruel.