Dudas en el primer día de aplicación de las medidas de ahorro energético

Edificios administrativos públicos, establecimientos comerciales -tiendas, cines, palacios de congresos- e infraestructuras de transportes -estaciones y aeropuertos- tienen que empezar a hacer ajustes desde este miércoles para adaptarse a la normativa de ahorro energético recogida en el decreto del Gobierno para reducir un 7% el consumo de gas comprometido con Bruselas. Eso sí, quedan exentos los hospitales, colegios, peluquerías o gimnasios.

En las tiendas y centros oficiales se cumplen a rajatabla los 27 grados y en los hoteles y restauración, los 25. Se trata de una norma con tantas peculiaridades que, por ejemplo, en un hotel, puede haber diferentes temperaturas: la de la cocina, la de las zonas comunes y la de las habitaciones.

Y aunque suben los grados en el termostato, siguen las dudas en los comercios. "De momento se aguanta bien, se está bien en la tienda", explica la dependienta de una tienda. "Se hace una actividad física importante. Hay clases que son intensas por lo que mantener una temperatura por encima de 25 sería complicado. El calor hay veces que se concentra y es extremo y, sobre todo, para nosotros es importante que nuestros socios puedan entrenar bien", matiza la propietaria de un gimnasio zaragozano.

Algunos empresarios explican que ellos, que han llegado a cuatriplicar su gasto en energía, son los primeros que quieren ahorrar, pero que ven complicado afrontar gastos extras, como las puertas automáticas. "Si pones el aire acondicionado en una tienda como esta a 27 grados, lo que está claro es que vamos a gastar menos de aire acondicionado pero más luz de motor de cámaras, con lo cual no estamos ahorrando nada", apunta una charcutera.

Además, otro parámetro difícil de controlar es el calor, puesto que a lo largo de este miércoles la bajada de las temperaturas ha llenado más las terrazas que los interiores.