El embalse de Mequinenza se protege con un Plan de Emergencias que minimiza posibles catástrofes en el entorno

La mayor obra hidráuica de la Cuenca del Ebro, con 1.400 hectómetros cúbicos de capacidad, dispone ya de un Plan de Emergencia que contempla desde la monitorización a tiempo real de esta presa de 80 metros de altura, como un posible escenario de rotura o atentado y plan de evacuación de las localidades cercanas. El embalse de Mequinenza realizará charlas informativas entre los vecinos de los pueblos que lo rodean para que sepan cómo actuar en caso de que suenen las sirenas.

Tras los cinco años de trabajo que ha durado el proceso de elaboración del Plan de Emergencia, se han realizado varias mejoras en los sistemas de comunicación y aviso del embalse de Mequinenza. Por ejemplo, con la instalación de sirenas que alertarían del riesgo de rotura de la presa de hormigón de 80 metros de altura y 400 metros de ancho. Francisco José Conesa, responsable de presas en Endesa Generación, reconoce que lo más probable, en caso de anomalía, es que se produzcan grandes avenidas que provoquen deslizamientos de ladera. Los sensores monitorizan en tiempo real esta infraestructura con un plan que estará en constante revisión ante el cambio climático y avenidas extremas. 

Material didáctico para el entorno

Al servicio de los ayuntamientos de la zona queda un material con el que pueden elaborar campañas de concienciación pública. Dicen los expertos que la divulgación pública de este tipo de documentos es esencial para informar a la población sobre los riesgos y las acciones a seguir en caso de emergencia. Esto contribuye a elevar el nivel de preparación de la comunidad y a fortalecer su capacidad de respuesta ante cualquier eventualidad.

También se ha realizado un trabajo de coordinación entre las administraciones aragonesa y catalana. Se han colocado sirenas en los municipios de Mequinenza, Caspe, Fayón y Torrente Cinca, en Aragón, y Granja d'Escarp, Massalcoreig y Almatret, en Cataluña.