El nivel del Ebro desciende pero deja cientos de hectáreas anegadas

La crecida del Ebro ha llegado este sábado a la Ribera Baja, donde el agua ha inundado en las últimas horas campos de labor y ha cortado un tramo de la carretera A-1107, en el término municipal de Pina de Ebro. A lo largo de la jornada, el nivel del río se mantendrá estable, iniciando un lento pero progresivo descenso, lo que se traduce en una rebaja del nivel de alerta del 2 al 1, y la desmovilización de la Unidad de Militar de Emergencias (UME). 

Así se ha decido tras la reunión que ha celebrado este sábado el Centro de Coordinación Operativa Integrada (CECOPI), tras comprobar que la avenida no ha causado afecciones graves en los municipios de la ribera, con la punta de la crecida llegando al embalse de Mequinenza y el caudal del río en descenso.

En Pradilla, desde el pasado jueves el cauce ha bajado más de un metro. 24 horas después de que la punta de la avenida pasara por la capital aragonesa, el río baja con menos fuerza. De los cuatro metros y medio que alcanzó este viernes, ahora el medidor ronda los tres metros y 80 centímetros. Lo mismo ocurre con el caudal: de los 1.600 a los 1.200 actuales.

En Zaragoza, la crecida no ha causado graves afectaciones, únicamente hay zonas de la ribera en la margen izquierda inundadas, por lo que los bomberos han estado toda la mañana inspeccionando las motas que han resistido al agua. El Ayuntamiento ha desactivado la alerta amarilla del plan municipal de protección civil.

En la Ribera Baja, las incidencias están siendo mínimas, porque la avenida ha sido poco más que ordinaria. Los alcaldes de la zona reivindican una mayor limpieza del cauce. "Si con 1.600 se están rompiendo motas no es por la fuerza del río, sino porque las supera en altura, es que algo no se está haciendo bien", ha comentado Jesús Morales, alcalde de Quinto. 

"En Osera tenemos unas 140 hectáreas, todo recién sembrado. Después de tres o cuatro días se habrán perdido las cosechas", ha lamentado Enrique Gómez, alcalde de Osera de Ebro. Su homólogo en Pina de Ebro, Pablo Blanquet, también ha señalado: "Calculamos unas 300 hectáreas afectadas con daños muy cuantiosos para los agricultores, que son la fuente fundamental de riqueza de estos pueblos ribereños".

Además, en Villafranca de Ebro se ha evacuado una explotación ganadera por precaución.