El paro entre las personas con discapacidad desciende casi un 5% en el último año

En el tercer trimestre del año había 2.565 personas con discapacidad en situación de desempleo en Aragón. Una cifra que refleja una tendencia favorable, ya que es un 1% inferior a la del trimestre anterior, y casi un 5% más baja que hace justo un año, en el tercer trimestre de 2021.

En cuanto al género de este colectivo de desempleados, en el último trimestre no hay prácticamente diferencias: son 1.280 hombres y 1.285 mujeres. Con respecto al tipo de discapacidad que concurre en estos desempleados, el 35% padece una discapacidad física, otro 35% una discapacidad psíquica, el 15% tiene una discapacidad sensorial, y el 20% una de otro tipo. 

Encontramos tres ejemplos en María Martínez, Sandra Layunta y María Elvira, que padecen discapacidad intelectual y muchas ganas de aprender y trabajar. Hacen sus prácticas en la empresa Bauhaus con mucha ilusión a través de un programa de empleo gestionado por la Fundación Down. Layunta está ocupada en la sección de jardinería, encantada de preparar los ramos y feliz con sus compañeros. "Cuando me pasa algo, me preguntan. Y la verdad es que aquí se está bastante bien", cuenta.

El 70% de las personas con discapacidad que trabaja lo hace en el sector servicios. Por eso, Martínez absorbe todo el conocimiento posible. "Es un sitio, el de ferretería, que me ha gustado mucho de verdad: los taladros, los tornillos y todo eso. A ver si hay suerte y me pueden coger", explica. Y es que en esta empresa ya han contratado a una persona con este perfil y buscan a una segunda. Pero todavía queda mucho por conseguir: la tasa de actividad de las personas con discapacidad intelectual se sitúa en poco más del 27%.

"Falta concienciación y sensibilización en general", apunta Pilar Morales, preparadora laboral Fundación Down. Una opinión que comparte Raúl Hernández. Tiene una discapacidad visual del 81% y trabaja desde hace 15 años en Inserta Empleo de la Fundación Once. "Es verdad que hay mucho desconocimiento sobre la discapacidad y, sobre todo, en el tejido empresarial hay todavía un poco de miedo", asegura. Prejuicios que desaparecen si se les da la oportunidad.