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PRÁCTICAS PELIGROSAS

El reto viral 'rompecráneos': cuando buscar el reconocimiento de los amigos puede costar la vida

El último de estos retos consiste en que una persona salte y otras dos le hagan la zancadilla para que caiga de espaldas. Los traumatólogos alertan de la extrema peligrosidad de este juego

ESTER L. FERNÁNDEZ /
icono foto Este macabro reto viral llega ahora a España. / Pexels.

No es el primero ni tampoco será el último, pero en este caso su peligrosidad es extrema. Un nuevo reto viral, denominado 'rompecráneos', ya circula por las redes y ha llegado a los más jóvenes en España. Para llevarlo a cabo tres personas se ponen una al lado de otra, la que está en medio salta y las otras dos personas le hacen la zancadilla para que caiga de espaldas. 

Por el momento, en Aragón, no se conocen casos pero al jefe del Servicio de Traumatología de Quirón Zaragoza, Alejandro Sola, le ha llegado un vídeo de este reto viral. Lo califica como una "aberración absoluta". Explica que el riesgo es extremo. "Lo mejor que te puede pasar es que te rompas la muñeca, el codo o la clavícula", asevera. Pero mucho ojo con las lesiones graves. Este tipo de golpes en la espalda y en la cabeza -traumatismos craneoencefálicos- pueden provocar desde hematomas intracraneales, con consecuencias neurológicas, hasta fractura de las cervicales o de la base del cráneo, dejando a la persona tetrapléjica, e incluso causarle la muerte. 

Por todo esto, Sola se muestra tajante: "Esto no hay que hacerlo ni siquiera en una colchoneta. Es un reto que no tiene ni pies ni cabeza. Que ni se les ocurra". De hecho, en algunas partes del mundo ya se ha cobrado la vida de varios jóvenes.

Desde la Federación de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos de Aragón (Fapar) no tienen conocimiento de que se haya producido ningún caso en Aragón. No obstante, piden a los padres que si eso ocurriese lo comuniquen al centro o a las autoridades pertinentes para tomar medidas. Asimismo, aconsejan que se hable con los niños o adolescentes para hacerles ver el riesgo.

¿Por qué lo hacen los más jóvenes?

La pregunta que surge cuando se ve la dureza de las imágenes que circulan por las redes sociales es: ¿por qué los jóvenes se animan a reproducir estas situaciones? El sociólogo Juan David Gómez señala que hay dos cuestiones que explicarían estos comportamientos. 

Por un lado, señala Gómez, los adolescentes o jóvenes buscan la aceptación grupal, esa necesidad de pertenencia a un grupo y a ser reconocidos dentro de él, algo que es innato al ser humano. Indica también que con 11 o 12 años el grupo de referencia principal deja de ser la familia para dar paso a los amigos. Para ser aceptados, hay distintos tipos de rituales y estos retos se podrían convertir en uno de ellos.

A veces con estas prácticas los jóvenes buscan demostrar que "son hombres" ante sus amigos. / Pexels. 

Las nuevas tecnologías y redes sociales, así como la dificultad actual para comunicarse cara a cara, también influyen. Cuando hacen estos retos los graban o los retransmiten en directo para buscar ese reconocimiento en su "comunidad de seguidores". 

Por otro lado, está la construcción de la identidad de género. El sociólogo señala que este tipo de retos se producen más entre chicos para mostrar su masculinidad. Están asociados a la fuerza física, a la resistencia muscular, al riesgo y a la dureza. En otras palabras, "buscan demostrar que son hombres", asevera Gómez. 

A su juicio, se trata de un problema con una difícil solución. Además, añade que los adultos también tienen gran dependencia de las tecnologías por lo que se les puede mandar a los jóvenes un "mensaje contradictorio" sobre el uso de las redes sociales. Aboga por reforzar las relaciones cara a cara o por impulsar otros retos "en positivo" que se puedan hacer virales, que no los pongan en riesgo y que les lleven hacia una "aceptación sana".

Además, también es beneficioso hablar de estos asuntos en casa y en el aula. Considera también que las redes sociales deberían sumarse para erradicar estas conductas, pero asegura el sociólogo que es algo muy complejo ya que "contradice sus políticas de viralización". Para combatirlo, Gómez afirma: "Hay que educar y formar jóvenes con autoestima, con autonomía y con espíritu crítico para que vean y midan las consecuencias".