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DELITOS EN EL MEDIO RURAL

El robo de cobre aumenta un 62% en Aragón y causa estragos en los pequeños municipios

Los hurtos se producen principalmente en la red ferroviaria y en el tendido telefónico, dejando sin servicio a los usuarios hasta su reparación. El precio del cobre se sitúa en torno a los 10.000 euros por tonelada

A. H. /
Cable de cobre incautado recientemente en varias operaciones de la Guardia Civil y la Policía Nacional.
icono foto Cable de cobre incautado recientemente en varias operaciones de la Guardia Civil y la Policía Nacional.

El precio del cobre se ha disparado desde 2020 y actualmente se sitúa en torno a los 10.000 euros por tonelada, lo que hace que muchos amigos de lo ajeno se interesen por este metal de color ocre. De hecho, los robos de cobre en Aragón se han incrementado un 62% en los últimos cinco años, según cifras procedentes del Sistema Estadístico de Criminalidad del Ministerio del Interior. 

Los hurtos se producen principalmente en la red ferroviaria y en el tendido telefónico, dejando sin servicio a los usuarios hasta su reparación, como ha ocurrido en las últimas horas en la línea entre Huesca y Zaragoza. Son las pequeñas localidades las más perjudicadas por estos delitos.

El pasado 13 de abril dos personas fueron detenidas en el entorno de Lupiñén (Huesca) por la sustracción de unos 2.000 metros de cable, ascendiendo su valor en el mercado a unos 28.700 euros. 

"Empezaron a robar el cable a mediados de mayo en el tramo de tendido telefónico que hay de Lupiñén a Montmesa, en la carretera A-1207. Se puso en conocimiento del cuartel de la Guardia Civil de Ayerbe, pero no daban al principio con ellos. En un mes robaron cinco veces y no había manera de cogerlos, hasta que los agentes localizaron el lugar donde quemaban el cobre y lo hacían un ovillo para poder transportarlo, y los detuvieron", señala el alcalde de Lupiñén, Carlos Ciria, quien recuerda que hace un par de año se produjeron unos hechos similares en la misma zona, que dejaron a los vecinos sin servicio de telefonía fija. 

A finales del mes de junio se detectó en las proximidades de Lupiñén otro robo de cobre en el tendido eléctrico, según Ciria. "Me gustaría recalcar que todavía hay personas mayores que funcionan con el teléfono fijo y tienen el botón de la Cruz Roja, por lo que su sensación de aislamiento se acrecienta todavía más. No acabo de entender que por sacarse cuatro perras, que será lo que les pagarán, ocasionen tanto perjuicio y desasosiego", lamenta. 

El alcalde pide que aumente el número de agentes de la Guardia Civil que operan en la zona para tratar de evitar estos delitos. "El problema es que cada vez hay menos efectivos en los pueblos, y son zonas muy amplias y muy deshabitadas", recalca. 


Robo de cobre en Lupiñén (Huesca) / Carlos Ciria.

También una mayor presencia de agentes de la Guardia Civil es lo que reclama Iván Villarroya, alcalde de Villarroya de los Pinares (Teruel), donde dos personas fueron detenidas el pasado 18 de junio por el robo de cable de hilo telefónico, cuyo valor podría ascender a 250.000 euros en el mercado. "Seguimos sin el servicio de teléfono fijo, y no sabemos cuándo volverá a funcionar la línea", subraya.

Villarroya, que fue quien puso en conocimiento de las autoridades los robos que se estaban cometiendo en la zona, destaca que los agentes pusieron "mucho" interés en resolver el problema "desde el minuto uno". "El robo fue muy descarado. Cada noche quitaban el cable de un tramo y lo guardaban en sitios concretos, hasta que se les pudo detener", matiza. 


Cable de cobre intervenido. / Guardia Civil

Tendido eléctrico, red ferroviaria o fincas agrícolas

Además de en el tendido telefónico, los hurtos de cobre se producen también en la red ferroviaria, como los ocurridos recientemente en los trenes de Rodalies (Cercanías) en Cataluña, o en la línea entre Huesca y Zaragoza.

También se detectan estos delitos en fincas agrícolas. De hecho, a mediados de junio un hombre de 71 años fue detenido por agentes del Equipo Roca de la Guardia Civil de Fraga como presunto responsable de 12 robos con fuerzas y de tres hurtos en diversas fincas agrícolas del municipio de Fraga (Huesca), cuyos perjudicados alertaron del robo en sus propiedades de herramientas, piezas de fontanería de latón y cableado de cobre. 

Expertos de la Unidad Técnica de Policía Judicial de la Guardia Civil reconocen el aumento de las sustracciones, que relacionan con el precio del cobre. "Es decir, si aumenta el precio del cobre, porque está habiendo más demanda, también lo va a hacer el número de delitos", reiteran.

De chatarrerías ilegales a China

El cobre robado acaba principalmente en chatarrerías ilegales, y gran parte se va al extranjero, con China como principal comprador de este material. 

La normativa actual obliga a las chatarrerías y plantas de reciclaje a pedir el DNI a las personas que acuden a sus establecimientos a vender, y sus datos deben quedar reflejados en un libro de registro que la Policía puede examinar para cotejar que las partidas de cobre, su origen y sus vendedores son legales. 

"Para evitar adquirir material robado de forma involuntaria, las plantas de reciclaje deben identificar al proveedor y preguntarle por el origen del material, para ver la trazabilidad del material que entrega, y por tanto detectar posibles partidas sospechosas. Existe una orden ministerial de 2011 que nos obliga a identificar al comprador y registrar otros datos y comunicarlos diariamente a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado​", comenta Alicia García-Franco, directora general de la Federación Española de la Recuperación y el Reciclaje (FER). 

Asimismo, García-Franco destaca que a las plantas de reciclaje o chatarrerías españolas llega "unas 300.000 toneladas al año", de las que el 40% se exporta. "En los grandes robos el material sale en un plazo muy corto de tiempo de España vía Holanda, y de ahí a China o a países del Este. Teniendo en cuenta que más del 50% del cobre que se genera en el mundo se produce en China, no hace falta imaginar mucho para deducir adonde va la mayor parte del material sustraído", matiza.

Finalmente, la directora general de FER resalta que el 62% del cobre producido se destina a cable, y dentro de los sectores de uso, "la mayor parte se destina a equipamientos, construcción e infraestructura", concluye.