Publicidad
EDUCACIÓN

El sector educativo hace balance positivo del año de la vuelta a la normalidad

Los docentes piden mayor claridad en la nueva legislación educativa para que la implantación de las novedades no dependa solo de ellos

ARAGÓN NOTICIAS /
Niños en clase. / Canva
icono foto Niños en clase. / Canva

El curso escolar, que echaba a andar en septiembre, se encuentra en un impás lectivo con las vacaciones de Navidad, pero los docentes aprovechan el cambio de año para hacer balance del sector educativo en 2022 y poner la vista en el próximo año. En Aragón Radio, el profesor de Magisterio en el campus de Huesca y candidato a Mejor Docente de España, Alberto Quílez, ha hecho un balance positivo del curso 22-23, en el que se ha pasado de las restricciones de la COVID-19 a la eliminación de las mascarillas. 

"Han sido dos años extraños para el alumnado. Hemos visto nuevos perfiles en las aulas y nos hemos adaptado a una nueva forma de impartir clases, aunque agradezco volver a la dinámica anterior", ha comentado Quílez, al tiempo que ha apostado por la labor pedagógica que se realiza en los campus periféricos: "Para mí son mejores. Tenemos un ambiente más familiar, hay menos alumnos y profesores, pero eso favorece el trato más personal y cercano que en grandes centros". 

Al 2023 le pide "claridad" en las nuevas legislaciones educativas para que los docentes no carguen con el peso de los cambios. Algo en lo que coincide con la presidenta de la Asociación de Directores de Instituto de Educación Secundaria de Aragón, Pilar García, quien solicita ampliar los tiempos entre las publicaciones de las nuevas normativas y el momento de aplicación. "Se implementó en la evaluación de fin de curso de junio y ese cambio paradigmático hacia una enseñanza competencial nos suma trabajo burocrático a última hora", ha subrayado. 

Con todo, el balance del año que termina es positivo, sobre todo por el fin de la pandemia y la normalización en la enseñanza. 

"Tenemos menos recursos disponibles, pero la atención al alumnado es más reducida y la calidad es mejor", ha asegurado en Despierta Aragón Lucía Sánchez, maestra en la localidad oscense de Campo. De su labor en un colegio rural destaca la sensación de comunidad y el ratio alumno- profesor, aunque pide que se reconozcan las particularidades de este tipo de centros: "Somos menos y eso es bueno a veces, pero la burocracia se lleva mucho de nuestro tiempo", ha criticado.