Hamás libera a los primeros rehenes, que ya han sido recibidos por los servicios de seguridad de Israel

Israel ha confirmado que el grupo islamista Hamás ha liberado al primer grupo de rehenes, trece israelíes y doce tailandeses, que han sido entregados a la Cruz Roja y posteriormente trasladados a Egipto, donde han sido recibidos por los servicios de seguridad israelíes. Se trata de una de las condiciones del pacto de alto el fuego firmado entre Israel y Hamás, y que incluye la entrada de un mayor número de convoyes de ayuda humanitaria. En este sentido, el Gobierno de Egipto ha afirmado que entrarán diariamente 130.000 litros de diésel y cuatro camiones de gasolina, así como alimentos, medicinas y agua potable. En total, Hamás se ha comprometido a liberar a 50 prisioneros, todos ellos mujeres y niños.

A cambio, además de garantizar una tregua de cuatro días, Israel se ha comprometido a excarcelar a 150 presos, también mujeres y niños, de los que 39 han salido ya de prisión. Según la negociacións, el alto el fuego podría extenderse hasta los diez días si Hamás entrega a más secuestrados.

Estos gestos llegan después de que los los medios palestinos hayan denunciado esta noche la intensificación de los bombardeos israelíes en Gaza, que se han saldado con la vida de decenas de personas en varios puntos del territorio, incluido un campamento de desplazados. Por su parte, israelíes han indicado que las sirenas aéreas han sonado en localidades cercanas a la frontera.

Un portavoz del Ejército, Avichay Adraee, ha exigido a los palestinos que permanezcan en el sur de la Franja. "La zona norte de la Franja de Gaza es una zona de guerra peligrosa y está prohibido circular por ella. Por su seguridad, debe permanecer en la zona humanitaria del sur. Solo es posible moverse desde el norte hacia el sur (...). No se permitirá de ninguna manera el movimiento de residentes del sur hacia el norte", ha aseverado.

En este sentido, aviones israelíes han lanzado folletos sobre Gaza advirtiendo a los residentes que no regresen a la zona norte del enclave, acción que ya llevó a cabo para ordenar la evacuación forzada de la población civil, argumentado que se trataba de evitar víctimas civiles durante los constantes bombardeos israelíes.

Israel lanzó una ofensiva contra Gaza tras los ataques de Hamás, que dejaron unos 1.200 muertos y cerca de 240 secuestrados. Las autoridades de Gaza, controladas por Hamás, han denunciado hasta ahora más de 14.850 muertos, incluidos más de 6.000 niños, por la ofensiva israelí, mientras que más de 200 palestinos han muerto en Cisjordania y Jerusalén. Estos a manos de las fuerzas israelíes o en ataques perpetrados por colonos desde el 7 de octubre.