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SEMANA SANTA

La hostelería sube la persiana: "Va a ser una bocanada de aire fresco"

En el Valle de Tena los hoteles registran un 60% de ocupación, mientras que en el Matarraña o en la Sierra de Albarracín confían en superar el 50%

ARAGÓN NOTICIAS /
icono foto Turistas en Benasque (Huesca)

El sector de la hostelería es uno de los más afectados por la pandemia de la COVID-19. Este 2021, por segundo año consecutivo, las restricciones sanitarias y de movilidad han vuelto a condicionar la Semana Santa. Tras una operación salida marcada por la tranquilidad en las carreteras, diferentes puntos de la Comunidad confían en la llegada de numerosos aragoneses. En el Valle de Tena los hoteles están al 60% de ocupación, mientras que en el Matarraña o en la Sierra de Albarracín confían en superar el 50%.

“Esto va a ser una bocanada de aire fresco después de todo el invierno que llevamos tan duro y tan difícil”, reconoce Anabel Costas, vicepresidenta de la Asociación de Hostelería de Huesca. El porcentaje de ocupación en el Pirineo oscila entre el 40 y el 60%, sobre todo por la llegada de aragoneses a segundas residencias.

Restaurantes y bares se preparan para unos días de mucha afluencia. Tras varios meses con la persiana bajada y asfixiados por la crisis de la COVID-19, no solo los hosteleros celebran la llegada de la Semana Santa. Multitud de aragoneses van a aprovechar para viajar por la Comunidad y desconectar durante unos días de la rutina. "Vamos a Jaca para respirar el aire del Pirineo. Tantos meses sin poder viajar fuera de Aragón y sujetos a restricciones se estaban haciendo duros", admite la zaragozana Irene Martínez.

En la Sierra de Albarracín, uno de los destinos de la provincia de Teruel que mayor ocupación espera registrar, se alcanzará en torno al 50%. Una cifra muy por debajo de la de otros años, cuando numerosos establecimientos completaban su aforo disponible. En el resto de la provincia, la ocupación varía entre el 10 y el 60%.

“Estos días vamos a tener una reserva de unos chicos de Teruel. No es todo lo que se espera de una Semana Santa, pero poco a poco ha habido algo más de consultas y de movimiento”, reconoce Iván Giménez, propietario de una casa rural en el municipio turolense de El Vallecillo.

En Zaragoza, por debajo del 20%

Por su parte, Zaragoza también repetirá una Semana Santa atípica. De hecho, en los hoteles de la capital aragonesa no se prevé superar el 20% de ocupación.

El cierre perimetral de las comunidades ha evitado la llegada de visitantes de Madrid, Valencia o Cataluña hasta tradicionales lugares turísticos de la provincia, como el Monasterio de Piedra, donde este año las visitas se sitúan en un 25%.

En las Cinco Villas, la situación es algo mejor, con ocupaciones de hasta el 70% en puntos como Sos del Rey Católico, aunque las estancias de los turistas son más cortas.

El inicio de la Semana Santa coincide con la reciente aprobación de un paquete de ayudas al sector de la hostelería y el turismo. Una dotación de 50 millones de euros de los cuales el Ejecutivo autonómico asume el 60% (30 millones), las diputaciones un 20% (10 millones) y los ayuntamientos otro 20% (10 millones).

Los beneficiarios de esta ayuda, que llega con varias empresas hosteleras en una situación económica muy delicada, podrán optar a una ayuda mínima de 3.000 euros y el convenio tendrá vigencia hasta 2022.