Los Reyes Magos dejan una estela de ilusión y alegría tras su paso por Aragón

Gritos, carreras y muchas muestras de alegría. Son los síntomas de la ilusión que se está viviendo este viernes en muchos hogares. La de Reyes ha sido una mañana de nervios en la que los más pequeños han comprobado si sus majestades han sido generosos. Y después de la sorpresa, llega el momento de abrir los paquetes y jugar con los juguetes. Regalos para todos los gustos, unos más útiles, otros más electrónicos, y muchos sobre ruedas, pero todos bien recibidos.

Pero si hay un par de niños en Aragón que se han sentido especialmente afortunados han sido Nieves y Leo. Estos hermanos, de seis y ocho años, han recibido la visita en persona de un comisario del rey Melchor, viejo amigo de la familia, que es el encargado de depositar los regalos. Después llega el momento más esperado, y con inquietud descubren una espada láser al quitar el primer envoltorio. 

Sus majestades también se han acordado de los más mayores: "A mí como he sido bueno este año me han traído un cinturón y una cartera", repasa ilusionado Daniel. "Lo especial para mí es los nietos que tengo y que mis hijos sigan la tradición y se lleven bien y puedan seguir manteniendo lo que hacíamos siempre", dice emocionada Nieves Fuentes, abuela de los más pequeños de esta familia.

Laura mira con satisfacción cómo los más pequeños ya disfrutan de los presentes jugando por toda la casa: "Creo que es el día más maravilloso del año, no por todos los regalos que nos traen los Reyes, sino por estar en familia, ver a los chiquitines, que la familia va creciendo y siempre mantenemos la ilusión". Una emoción que, un año más, ha vuelto a inundar las casas de los aragoneses.