Publicidad
SOCIEDAD

La natalidad ha caído en Aragón un 4,6% entre enero y noviembre de 2023, más del doble que la media nacional

En el conjunto del país, es la primera vez que nacen menos de 300.000 niños y niñas en los once primeros meses del año. El programa 'Objetivo', de Aragón TV, analiza este sábado la caída de la natalidad y los motivos que hay detrás

ARAGÓN NOTICIAS /
icono foto En Aragón, la natalidad ha caído un 4,6% en los once primeros meses del año. | Objetivo

En los 11 primeros meses de 2023 se registraron 7.897 nacimientos en Aragón. Es un 4,6% menos que en el mismo periodo del año anterior, y la primera vez en la historia reciente en la que no se han superado ya los 8.000 nuevos habitantes, según los datos del Insituto Nacional de Estadística (INE).

En el caso del conjunto de España, es también la primera vez en la que se han registrado menos de 300.000 nacimentos entre enero y noviembre. Han sido 294.856 neonatos, un 2,1% menos.

Son los peores datos hasta la fecha, y es muy probable que sigan en esta dirección descendente, ya que seis de cada diez jóvenes aseguran que no se plantean tener hijos en un futuro próximo. Un asunto sobre el que profundiza este sábado el programa Objetivo, de Aragón TV, a partir de las 13:25 horas.

Inestabilidad laboral

Uno de los principales factores que explican esta situación es la incertidumbre laboral de los jóvenes, con contratos y sueldos precarios, que se une al encarecimiento del coste de la vida. Tener un hijo es 100.000 euros más caro que hace 20 años. El mayor gasto se produce en el primer año de vida, unos 10.000 euros de media, es decir, entre el 30 y el 40 por ciento del presupuesto familiar.

  El primer año de un bebé genera gasto por valor de 10.000 euros de media. | Objetivo

"A veces no se puede planear, pero sí es un objetivo económico importante que habría que pensarse antes de lanzarse a ello”, señala la asesora financiera Alba Cortés. “Si tenemos un salario de 1.300 o 1.400 euros, y ya por un alquiler nos cobran 700 euros, se hace difícil la emancipación, así que aún mas el hecho de tener hijos", añade.

Padres y madres de más edad

Y no sólo cada vez son más las personas que deciden no formar una familia, sino que quien se lanza a esta aventura lo hace a edades más tardías, y teniendo, como mucho, un descendiente. Detrás de todo esto, hay un claro cambio cultural impulsado en gran medida por el nivel educativo de la población, según explica Pablo Redondo, profesor de Sociolgía de la Universidad de Zaragoza. "Tenemos unas tasas de estudiantes cada vez más altas, y personas que llegan a niveles educativos más altos. Eso lleva al hecho de que en la edad biológica de tener hijos, todavía están estudiando y por tanto, no están trabajando", explica.

La edad media a la que llega el primer hijo a pasado de los 27 años en la década de los 70, a los 33 de hoy en día. Pero la edad ideal biológica para tener un hijo está entre los 25 y 35 años. "Mucha de la gente que tiene idea de tener hijos, como los tienen más tarde, hasta un 30 por ciento de personas tienen menos de los que les gustaría en su idea inicial", apunta Yasmina José, ginecóloga en el hospital Miguel Servet de Zaragoza. "La calidad de los ovocitos es peor a partir de los 35 años, y sí que es verdad que ahora, muchos de los partos que atendemos es de mujeres de más de 40 años", asegura.

Pero también ha cambiado la forma en la que nos planteamos nuestra vida, añade la también profesora de Sociología de la Universidad de Zaragoza Ana Lucía Hernández: "El concepto de la niñez no es el que era hace cuarenta años. Ahora, tener un niño, implica un gasto económico pero también un gasto de tiempo. Los jóvenes de ahora son más conscientes de lo que implica esta maternidad y paternidad. Saben que no están preparados, en términos económicos y en términos de madurez, para cumplir con estas expectativas".

Faltan medidas de conciliación

Otro cambio sociológico ha sido el de la incorporación de la mujer al mundo laboral, y ya no son sólo madres. "Es una forma de ser madre menos intensiva y mucho más repartida con otras esferas de la vida. Madres trabajadoras pero también, mujeres con otros deseos e intereses de ocio y de otros intereses que ya no son solo los hijos", señala  Ana Lucía Hernández. Y aquí entra la necesidad de conciliar la vida laboral y familiar, que tambien tienen los padres. 

Las medidas de conciliación tienen todavía mucho margen de mejora. | Objetivo

Y en este aspecto, aunque se ha avanzado en los últimos años, todavía queda también mucho por hacer, recuerda. "Uno de los grandes logros es que el permiso de paternidad se ha igualado al de maternidad. Y la puesta en marcha de medidas de conciliación que tengan como centro la corresponsabilidad en el cuidado y la crianza ayudarán a modificar los conceptos de maternidad y paternidad. También van a permitir -añade Hernández- que se entienda que el mercado laboral debe adaptarse a las pautas y dinámicas de crianza de padres y madres".

La tendencia a tener menos hijos es común a todos los países del mundo desarrollado, pero España está muy por debajo de los países con los que puede compararse, asegura, por su parte, Pablo Redondo. "Hay que tratar de facilitar a las familias que puedan tener hijos. No sólo tenerlos, sino que puedan cuidarlos, que haya un acompañamiento por parte del Estado y la sociedad, y que entre todos nos hagamos responsables de los cuidados", concluye.

En cualquier caso, se trata de uno de los grandes retos a los que se enfrenta la sociedad en su conjunto, revertir la situación, incrementar la natlidad y darle la vuelta a la pirámide de población. Y que los jóvenes tengan la posibilidad real de elegir ser padres o madres, libremente y sin obstáculos.