La nueva pandemia de miopía: más del 55% de los jóvenes de 18 a 34 años sufren este defecto óptico

La miopía es un defecto visual que en los últimos años se ha extendido especialmente entre los más jóvenes, hasta convertirse en una de las próximas pandemias del siglo XXI. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que en 2050 el 52% de la población sufrirá este problema, y los resultados del 'Libro Blanco de la Visión en España', elaborado por la asociación Vida y Salud, muestran que más del 55% de los jóvenes españoles de 18 a 34 años ya son miopes. Un porcentaje que aumenta hasta el 62,5% entre los universitarios de 17 a 27 años. 

Pero no solo afecta a más personas, también se manifiesta de manera más severa. La miopía en este grupo de estudiantes se incrementa casi un punto de graduación si se compara el promedio que va de 2012 a 2017, y avanza de 1,94 a 2,82 dioptrías en el ojo derecho, una subida casi idéntica al que se produce en el ojo izquierdo. Este aumento es muy superior en la generación de nativos digitales, que reúne a los nacidos del 2000 al 2005 en el estudio 'La prevalencia de la miopía entre los jóvenes en España'. En este caso, las dioptrías crecen casi el doble, al pasar de 1,63 a 3,38 en el ojo derecho, y se espera que continúe creciendo durante la etapa universitaria. 

El pronóstico es que muchos de los jóvenes que ahora superan las tres dioptrías terminen en unas décadas sufriendo una miopía magna, que está por encima de las seis dioptrías y que puede degenerar en patologías como los desprendimientos de retina, las cataratas, la ceguera o el glaucoma. De ahí la importancia de anticiparse y aplicar tratamientos para aminorar los efectos de esta afección. "La situación ha cambiado respecto a hace años, cuando la solución era poner unas gafas y operar si las dioptrías aumentaban", expresa Elisenda Ibáñez, coordinadora de la Federación Española de Asociaciones del Sector Óptico.

Cambio de hábitos

El cambio de hábitos de los humanos en las últimas décadas ha exigido que cada vez se utilice más la visión de cerca para leer, entretenerse viendo series y películas, trabajar delante del ordenador o comunicarse mediante aplicaciones de mensajería móvil. "La visión del ser humano no está preparada para centrar la mirada de manera continua en libros y dispositivos electrónicos, sino más bien para ver de lejos, como demostraron durante siglos nuestros antepasados cazadores", añade Ibáñez.

Este uso continuado del enfoque de los ojos en objetos cercanos termina, en muchos casos, provocando un error de refracción, el denominado como miopía. De esta manera, el sujeto no puede enfocar bien a lo lejos, aunque generalmente dispone de una buena agudeza visual en distancias cortas. En otras palabras, "lo que tiene un miope es que ve borroso los objetos que están lejos", indica Carlos Serrano, presidente del Colegio de Ópticos y Optometristas de Aragón. 

Desde una visión clínica, el problema reside en la capacidad de enfoque de las imágenes en la retina. El ojo miope enfoca las imágenes percibidas por delante de la retina, en lugar de sobre ella, lo que sería correcto para poder ofrecer al sujeto imágenes nítidas y de calidad. En las personas que sufren este defecto visual, "los tejidos del ojo como la retina van alargándose y pasan de ser una esfera a tener forma redonda", explica Salvador Alsina, presidente de la asociación Visión y Vida.  

¿Cómo detectar y tratar este problema?

El aumento de la miopía entre la población más joven es una tendencia constatada por varios estudios y profesionales. Los ópticos y optometristas atienden cada a vez a más niños en sus clínicas y señalan el aumento de la visión de cerca como la principal causa de desarrollo de esta deficiencia visual. "La miopía solo tiene una incidencia del 0,53% en los recién nacidos, pero aumenta porque muchos adultos deciden entretener a sus hijos con dispositivos donde enfocan de manera prolongada su visión atraídos por los colores y animaciones. Lo natural no es esto, sino que un niño tenga juguetes que le permitan ir fijando la vista a diferentes distancias y que no utilicen pantallas hasta los siete u ocho años, cuando han desarrollado su visión", apunta el presidente del Colegio de Ópticos y Optometristas de Aragón. 

Respecto a las señales que deben alertar a los padres sobre un posible caso de miopía en sus hijos, Serrano cita principalmente dos. "Veremos que se van a acercar a objetos como la televisión para poder verlos o que van a entrecerrar los ojos para mejorar el enfoque de visión", señala Carlos Serrano. 

Junto a la cirugía láser, que permite corregir los efectos de la miopía, existen otros tratamientos clínicos para frenar o aminorar este defecto visual. Fármacos como la atropina, en forma de colirio, y tratamientos como la ortoqueratología (lentillas nocturnas que corrigen la forma del ojo) o las lentes de desenfoque periférico con una zona limpia de visión central, que proporciona una refracción estable, mejoran la visión en distancias largas y evitan la elongación del ojo. Estos métodos cuentan con una eficacia que reduce el avance de las dioptrías, estadísticamente, en un 50%.  

Una de cada dos personas en 2050

Ya en 2021 el porcentaje de españoles con este defecto visual estaba en el 37% frente al 28% que había en 2017. En las tres próximas décadas los casos de miopía van a continuar aumentando hasta llegar a una de cada dos personas en 2050, como estima la OMS. "Habrá una mayor presencia de casos en los países asiáticos, de Norteamérica y europeos, frente a los de otros continentes donde los ciudadanos pasan más tiempo al aire libre y tienen otros hábitos de vida que no requieren utilizar la visión de cerca", pronostica el presidente de la asociación Visión y Vida.

En este sentido, el presidente del Colegio de Ópticos y Optometristas de Aragón reitera que el causante de esta mayor prevalencia de la miopía "no es la pantalla del móvil, sino el sobreuso del dispositivo, que fuerza continuamente nuestra visión de cerca". 

Este incremento de personas con miopía "va a tener un mayor coste social que el que se invertiría en controlarla mediante campañas", asegura el presidente de la asociación Visión y Vida, que apuesta por el desarrollo de un Plan Nacional de Salud Visual. Un programa que, según detalla, "realizaría un seguimiento durante todo el periodo vital y que se adaptaría a las circunstancias de las diferentes edades".

Recomendaciones

Oftalmólogos, optometristas e investigadores sobre enfermedades visuales recomiendan a la población poner el foco en las malas prácticas diarias que incrementan la miopía, sobre todo cuando se trata de niños y adolescentes. Y es que, según el 'Libro Blanco de la Visión en España', el 59% de las familias no revisa a sus hijos porque estos últimos no han manifestado quejas. 

Estos son una serie de consejos para prevenir o frenar la miopía, complementarios a las intervenciones y soluciones clínicas: 

• Evitar que los menores de siete años utilicen de manera regular dispositivos electrónicos con el objetivo de distraer su atención. Siempre va a ser mejor un juguete con el que no van a mantener su visión de cerca de manera prolongada. 
• Pasar el máximo tiempo posible en el exterior y realizar actividades de ocio en espacios naturales, donde se pueda respirar aire puro y exista suficiente luz solar. 
• Adoptar una alimentación y una dieta equilibrada, donde la presencia de azúcares y grasas procesadas que son perjudiciales para el organismo humano. 
• Determinar previamente con niños y adolescentes el tiempo máximo del que disponen para los videojuegos. 
• No utilizar dispositivos móviles en condiciones de oscuridad, como puede ser en el dormitorio antes de irse a la cama. Además, la luz intermitente de elementos como el móvil influye en el ritmo circadiano al disminuir la melatonina, hormona que induce al sueño. 
• Estipular descansos periódicos en trabajos prolongados que requieren un esfuerzo visual con la utilización de pantallas de ordenadores, móviles u otros dispositivos. La regla '20-20-20' pauta realizar interrupciones cada 20 minutos, para fijar la vista durante 20 segundos en un punto situado a 20 pies (seis metros) de distancia.