Las casas rurales rondan entre el 75 y el 90% de ocupación en el primer puente de 2023

Comenzar el año en un entorno natural y tranquilo es la mejor alternativa para quienes buscan disfrutar de un cambio de año combinado con un cambio de aires en un lugar que garantice la privacidad y el descanso.

Es una opción que cada año gana más seguidores, y en este 2023 más, con el lunes, 2 de enero, festivo. A lo largo de la semana, la ocupación en las casas rurales de Aragón rondaba el 75%, pero con las reservas de última hora en algunas zonas se ha alcanzado el lleno.

El Pirineo, en Huesca; Albarracín y Gúdar Javalambre, en Teruel; y el Moncayo y las Cinco Villas en la provincia de Zaragoza, son las zonas más demandadas, donde las reservas se realizaron hasta con tres meses de antelación. Es el caso de la casa rural 'El géiser de Pozuelo', en Pozuelo de Aragón, que abrió sus puertas en noviembre y en tan solo unos días estaba completa para Nochevieja.

"Me han llamado varias personas para venir y los primeros son los que reservaron. Nos han llamado seis grupos para venir, unas chicas jóvenes, unas familias, amigos míos. Un poco de todo", comenta la propietaria del establecimiento, Ana Blanca Jarreta. 

Dejar atrás la monotonía y el estrés es la máxima de los que eligen esta localidad zaragozana para recibir el nuevo año. "Necesitábamos un poco de tranquilidad y frío. Veníamos buscando frío porque en Ibiza salimos en manga corta", señala María Recio, que junto a su familia está pasando unos días en una casa rural en Albarracín. 

El turismo rural se va recuperando gracias también a fechas señaladas como esta, en la que la ocupación ronda el 90%. Generalmente, reservan familias o grupos de amigos y pasan dos o tres noches, apuntan los hosteleros.

Este tipo de turismo revitaliza el entorno porque las familias y amigos aprovechan para pasear y disfrutar de la naturaleza y la gastronomía de la zona.