Las personas con celiaquía gastan de media 1.100 euros más al año en la compra por los productos sin gluten

La Federación de Asociaciones de Celiacos de España, FACE, cuenta en Aragón con 2.100 familias. Organizan distintas actividades y campañas para implicar a toda la sociedad y dar a conocer esta enfermedad que afecta al 1% de la población. Este jueves se celebra el Día de la Enfermedad Celiaca, una jornada que sirve para dar visibilidad a las personas que sufren una enfermedad digestiva y autoinmune. Quienes la padecen no toleran el gluten que se encuentra en los cereales, la avena, la cebada o el centeno. Eso les obliga a consumir productos sin esta proteína, lo que les cuesta, según señala el presidente de FECA en Aragón, Ramón Moraza, de media 1.100 euros más al año. Un coste que se ha incrementado el 11% en los últimos 12 meses.

Desde FACE inciden en que todavía hay mucho desconocimiento sobre la enfermedad, tanto entre la gente como entre la sociedad médica. El hecho de que sea una enfermedad autoinmune complica su diagnóstico que, en muchos casos, "tarda años en llegar".  De hecho, un 75% de las personas que tiene celiaquía está sin diagnosticar. 

Moraza define el proceso hasta el diagnóstico como un largo camino. Detectan que entre los niños es más sencillo, porque se dan más casos y con síntomas más claros, pero también se diagnostica cada vez más entre personas de la tercera edad. Sobre los factores que desencadenan la enfermedad, no parece haber nada definido. Se sabe que existen factores genéticos, pero también otros medioambientales que no están claros. 

El presidente de la FACE señala que "hay una gran cantidad diversa de sintomatología". Es en el momento en el que se llega a una cita con el especialista digestivo cuando la enfermedad no pasa desapercibida. Y en lo que también incide Moraza es en que se trata de una enfermedad que, una vez diagnosticada, "evita el desarrollo de otras enfermedades en el futuro". 

En los últimos años se ha avanzado en diferentes ámbitos. En la actualidad, FACE cuenta con una red de restaurantes que están asesorados, de acuerdo con la federación, que evolucionan con la propia enfermedad y que ofrecen total garantía. 

Las personas con celiaquía agradecen el esfuerzo de las empresas que ofrecen productos con todas las garantías, sobre todo, porque mejora sus vidas. En los últimos años, apunta Moraza, todo ha cambiado mucho y ya es posible encontrar también otros productos artesanos, un sector en el que "Aragón es un referente" por su calidad. 

Una empresa con sede en Alagón, líder en producción sin gluten

La empresa Dr. Schär tiene una de sus plantas de producción en la localidad zaragozana de Alagón. Empezó a ofrecer productos sin gluten a sus consumidores hace más de 40 años. Son especialistas en la fabricación de todo tipo de productos que se elaboran con harinas, pero sin gluten, desde panes, pastas, masas o galletas hasta bollería o cereales. En España venden unos 130 productos sin gluten. 

Pablo Bazco, director general de Dr. Schär en España, ha explicado que en la fábrica de Alagón disponen de tres líneas de producción: una dedicada a la fabricación de muffins y bizcochos, otra a la fabricación de panecillos y baguettes, y una tercera que se ha inaugurado recientemente y que se dedica a la producción de pan de molde.

Los productos sin gluten necesitan unos "controles de calidad muy estrictos" porque hay que evitar la contaminación cruzada. Eso hace que los procesos productivos sean más complejos. En este caso, señala Bazco, "la tecnología garantiza estos procesos productivos y la calidad del producto".  

Esta empresa ofrece una amplia selección de productos sin gluten en todo el mundo. En este momento son la principal marca en Europa, una meta que han conseguido por contar con una "dilatada experiencia, por su capacidad para innovar y por sus métodos de producción, técnicamente avanzados", añade Bazco. 

En relación a los precios, algo está cambiando en los últimos años. La tecnología y el incremento de consumidores de productos sin gluten han permitido a Dr. Schär "abaratar los procesos de producción y los costes", aunque también, precisa Bazco, hay que tener presente que estos productos "se elaboran con materiales más caros, menos comunes y que requieren una inversión extra" en investigación para llevar a cabo los controles necesarios.