Las rebajas reactivan la economía aunque no como antes de la pandemia

La campaña de rebajas ha ganado peso en el mes de agosto en Aragón, aunque todavía está muy por debajo de los ingresos de 2019. Los comerciantes, sobre todo del sector textil, se muestran optimistas porque la ligera reactivación de los eventos está provocando que los clientes se animen a renovar su armario.

La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) estima que este mes se podrían alcanzar los 200 euros de gasto por persona, frente a los 129 euros del pasado año. Por eso, los comerciantes celebran una tímida 'reconquista' de clientes: "Estamos contentos. La gente ha respondido y sigue confiando en el pequeño comercio", afirma el presidente de la Asociación de Empresarios del Sector Comercial Avenida de Madrid, Sergio Bretos. 

El sector textil es el que más ha mejorado sus cifras. Antes de la COVID-19, la tienda de novias y madrinas Sisinia, en Zaragoza, registraba en estas fechas una media de 12 encargos semanales. Ahora, explican sus responsables, la mitad. Una situación similar ocurre en Modas Ana, donde su dependienta Loli confía en que la situación mejore con la evolución de los contagios y la posibilidad de retomar las fiestas patronales: "Ahora que no hay fiestas, esa venta ha decaído mucho, pero confiamos en que poco a poco vaya a la normalidad". 

Incremento de ventas en el comercio local

Las cifras no son extraordinarias, pero todos los establecimientos coinciden en que son mejores que el año pasado. Las tiendas turísticas también están notando el cambio, con un aumento en el número de visitantes "no solo nacionales, sino también extranjeros", apunta la presidenta de la plataforma Zaragoza Centro, Pilar Muñoz, quien comenta que ha observado que durante el verano estos turistas "pasaban por las rebajas y se vendía" en el comercio local.

Pero para comprar, no es requisito obligatorio salir de casa. El comercio electrónico sigue en auge, con ventajas como "no lidiar con colas ni con la gente", señala una zaragozana. Otra, por el contrario, se muestra reticente a los gastos: "Como tampoco se sale tanto, se gasta menos en ropa", dice. Una frase que ya se ha convertido en mantra para muchos durante esta pandemia.