La Ley de Vivienda fijará en el 3% la subida de los alquileres en 2024 y elimina el IPC como referencia

El Gobierno ha alcanzado un acuerdo con los socios minoritarios de Esquerra y Bildu sobre la ley de la vivienda, tras un año de negociaciones. Se desbloquea así la última gran norma pendiente del ejecutivo de coalición, con la previsión de que esté aprobada antes de las elecciones de mayo, según aseguraba el ministro de Presidencia, Félix Bolaños. La norma fija la subida máxima de los alquileres en el 2% para este año y el 3% para el próximo. Además, contempla que antes del 31 de diciembre de 2024, el INE deberá crear un nuevo índice de referencia aplicable en todo el territorio.

La nueva ley elimina el IPC como referencia para actualizar contratos, que será sustituido por ese nuevo índice. Un indicador que pretende ser más estable e inferior a la evolución del IPC y que será aplicable con carácter retroactivo.

Entre otras medidas, además, que los gastos deben correr por cuenta de los propietarios y cambia la definición de gran tenedor como aquel propietario con más de cinco viviendas, y no diez como hasta ahora. 

Los socialistas hablan de un paso histórico que convierte la vivienda en un derecho. "Gana la política del diálogo y del consenso que hace posible blindar derechos”, analizaba la ministra de Vivienda, Raquel Sánchez. Según los socios minoritarios, la ley beneficiará especialmente a los jóvenes. El diputado de EH Bildu Oskar Matute valora que les ofrece la posibilidad de "vivir donde quieran sin tener que destinar todo su sueldo a la vivienda".

El PP, por su parte, critica que la política de vivienda la marquen los partidos independentistas y rechaza el tope a los alquileres. "El propietario puede decidir no alquilar, y si no lo alquila suben automáticamente los precios. Si esos precios no pueden subir, disminuirá la oferta de alquiler", analizaba Alberto Núñez Feijóo. La vivienda es una de mayores preocupaciones de los españoles, que dedican ya un 40% de su nómina al pago de la hipoteca.