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Minnie Mouse y otros líos de faldas y pantalones

La diseñadora británica Stella McCartney modifica la indumentaria del popular personaje de Disney, una medida que ha generado revuelo y aceptación a partes iguales, como ha ocurrido con otros debates de indumentaria

ARAGÓN NOTICIAS /
A la izquierda, el personaje Minnie Mouse con su nuevo diseño. A la derecha, con su tradicional falda roja con topos blancos.
icono foto A la izquierda, el personaje Minnie Mouse con su nuevo diseño. A la derecha, con su tradicional falda roja con topos blancos.

Existen cambios en la sociedad que, por importantes que parezcan, apenas generan reacciones. En cambio otros, más pequeños y, aparentemente, con menos trascendencia, sí provocan gran revuelo en la sociedad. Esto último es precisamente lo que ha ocurrido con la última innovación del universo Disney, que ha sustituido la tradicional falda roja de Minnie Mouse por unos pantalones.

La diseñadora británica Stella McCartney está detrás de este cambio de vestuario, que llega con un objetivo: celebrar el 30 aniversario de Disneyland París. Afines y detractores del diseño han compartido las distintas opiniones a través de las redes sociales. En Aragón, una de las organizaciones más críticas es la Asociación Amparo Poch, dedicada a la defensa de la mujer "en búsqueda de la igualdad de género”.

“Más que un cambio significativo, creemos que es un buen producto de marketing. No creo que sea ningún hito ni avance. La factoría Disney ha perpetuado el patriarcado todos estos años de una manera muy dulcificada con la imagen del príncipe azul”, censura Josefina Musulén, presidenta de la organización. A su juicio, para que exista un cambio “real” hacen falta “muchas Mulanes” (en referencia al personaje Mulán, que se disfraza de hombre para evitar que su padre, enfermo, asista al Ejército, demostrando que la mujer puede luchar igual que un hombre). “Que le cambien la ropa no significa que defiendan que sean mujeres igualitarias. Hasta llegar a esto, todavía queda camino por recorrer”, afirma Musulén.

Para la diseñadora McCartney, este polémico diseño convierte al personaje de Minnie Mouse en un “símbolo de progreso para una nueva generación”. Una condición que rechazan desde la Asociación Amparo Poch: “Si estuviéramos en los años 60, tal vez; pero, insisto, es una buena campaña de marketing. Las mujeres llevamos pantalones, falda o ‘short’ desde hace muchos años. Este tipo de acciones no contribuye a la educación en igualdad ni a la lucha de las mujeres”, sentencia su presidenta.

En Estados Unidos, distintas formaciones conservadoras critican que esta innovación "destruye el tejido" de la sociedad.

Semáforos paritarios y baños con símbolo de superheroínas

Anteriormente, en España han existido campañas en busca de la paridad entre hombres y mujeres. Un ejemplo es la instalación de semáforos con la silueta de un peatón con falda para incluir a la mujer (tradicionalmente la señalización hacía referencia a un hombre). Dicha campaña, afirma Musulén es "más paritaria".

"Me parece perfecto, porque el que cruza es un hombre o una mujer. Que como ciudadana, mi ciudad reconozca que soy el 50% de la sociedad a la hora de cruzar la calle me parece estupendo. Igual que tenemos semáforos con sonido para las personas con dificultad visual, tenemos que reconocer a todos los ciudadanos, y este tipo de iniciativas me parecen una buena idea", concluye.

No es la única ocasión en la que la indumentaria ha sido objeto de debate. También lo fue en los colegios el uniforme. El Congreso aprobó en el año 2017, a iniciativa de Unidos Podemos-En Comú Podem-En Marea, una iniciativa pidiendo dar libertad a las alumnas sobre la elección de llevar falda o pantalón a los colegios. 

Los carteles para diferenciar los baños de mujeres también fueron parte de la lucha de género hace siete años, cuando una compañía de proyectos tecnológicos, Axosoft, lanzó una campaña que se hizo viral bajo el hashtag #ItWasNeverADress (nunca fue un vestido). La iniciativa buscaba romper estereotipos, reinventando la forma en la que se ve normalmente la señalización mundial en los aseos para mujeres y sustituyéndolos por una mujer que utilizaba una capa de superheroína en lugar del tradicional vestido.