Ni un día sin bar en Velilla de Jiloca: los dueños se jubilan tras 40 años, pero se abre uno nuevo

Velilla de Jiloca (Zaragoza) se queda sin su tradicional bar de carretera que llevaba regentando un matrimonio del pueblo desde hace ya casi 40 años. Sin embargo, la pena no ha durado mucho en el lugar, ya que el Ayuntamiento se ha apresurado a poner en marcha un nuevo establecimiento que supla las funciones del anterior, y a solo 150 metros de este. Para el pueblo, de apenas 76 empadronados y sin otros equipamientos para mayores, el bar tiene también una función social. 

"La idea es que la clientela no pase ni un día sin bar. Ya preveíamos que iban a cerrar y nos hemos puesto en marcha rápido", cuenta la alcaldesa del municipio zaragozano, María Ángeles Ruiz. De esta forma, los vecinos no tendrán que desplazarse hasta ninguna otra localidad cercana en caso de querer ir a tomarse una caña o un café con amigos en un bar. "En un pueblo, un bar es como un centro de reunión de todos los vecinos", comenta la alcaldesa.

Bar El Parral. 

Además, el bar El Parral, el establecimiento que bajará la persiana definitivamente el próximo 31 de diciembre, contaba con una gran afluencia de clientes procedentes de los pueblos cercanos al situarse en un punto estratégico. "No hay en toda la ribera un bar con más afluencia y que trabaje más que este bar", explica María Ángeles. Ahora, tras la noticia del cierre de El Parral, el Ayuntamiento cree que el éxito cosechado se trasladará al nuevo establecimiento, que saldrá a concurso próximamente.

Por el momento, ya han recibido seis solicitudes para regentar el nuevo bar, que contará con un espacio de 300 metros cuadrados, aunque su nuevo dueño todavía está por asignar. "Yo me he apuntado a regentar el bar. Aunque me cuesta pensar en el día en el que cierre El Parral, porque al final son 40 años de amistad y creo que me costará no llorar el día que se vayan", cuenta emocionado Antonio Aranda, uno de los vecinos del municipio que han solicitado llevar el nuevo negocio. 

Imagen del nuevo bar que prepara el Ayuntamiento de Velilla de Jiloca.

Jesús Monje y María Jesús Catalán son los propietarios del establecimiento actual que, tras casi 40 años al pie del cañón, han decidido poner punto final a su vida profesional y disfrutar de su jubilación. El bar se ubicaba en la planta baja de su domicilio particular, así que el local quedará vacío una vez echen el cierre. "Los conozco de toda la vida, porque llevamos toda la vida juntos. Su bar era el lugar donde nos reuníamos todos, y donde todavía nos seguimos reuniendo", afirma Antonio.

Por su parte Jesús, el dueño actual del bar, se muestra feliz de echar la persiana y comenzar su retiro a sus 70 años. "Estamos un poco apenados, pero también tenemos muchas ganas de descansar por fin", explica. Han sido 36 años de trabajo, en el que han dado desayunos, comidas, meriendas y cenas a los vecinos de Velilla y a todos aquellos que se acercaban hasta allí de las localidades vecinas. "A ellos les noto un poco más tristes, porque al final hasta aquí viene mucha gente de alrededor y nos han mostrado su cariño todo este tiempo".