Paquita Morata: "La vacunación de los trabajadores de las residencias debería ser obligatoria"

La gerente de la Asociación Aragonesa para la Dependencia (ARADE), Paquita Morata, solicita que la tercera dosis de la vacuna contra la COVID-19 se extienda también a los usuarios de los centros de día y las personas que reciben asistencia a domicilio y reclama que la vacunación de los trabajadores del sector sea obligatoria.

En una entrevista en el programa Despierta Aragón, de Aragón Radio, la responsable de los centros privados ha mostrado este lunes su satisfacción por la decisión de reforzar la inmunidad del personal de las residencias con la dosis “de la tranquilidad”, pero ha defendido la extensión de la medida a aquellos que reciben asistencia a domicilio y también a los usuarios de los centros de día porque, a su juicio, las personas mayores “deben ser protegidas estén donde estén y residan donde residan”. 

Por eso ha mostrado su incredulidad por que haya todavía un “pequeñito” porcentaje de trabajadores de su sector que no se haya vacunado. “Trabajamos con personas muy vulnerables y considero que la libertad de la persona acaba cuando puedes poner en riesgo su salud y sus  propias vidas ”, ha valorado.

Además, hay que hacer frente a la “complicación” que se genera en el día a día por el hecho de que un trabajador no vacunado no puede estar cuidando a un usuario que tampoco lo esté por otras circunstancias,  ya que, tal y como ha remarcado, “no podemos darle al virus la oportunidad de que vaya saltando de uno a otro y surjan nuevas cepas”, ha explicado. En ese sentido, y por una cuestión de “responsabilidad social”, ha considerado que el Ministerio de Sanidad debería dar “un paso al frente” y hacer obligatoria la vacunación para estos trabajadores como ya han decidido otros países.  

Una medida que contribuiría a facilitar el día a día de un sector, que, según ha lamentado Morata, “ha sufrido mucho y se le ha hecho un daño reputacional muy importante”. Tras un periodo muy complicado en el que han tenido que trabajar "como hospitales" y hacer "de carceleros" aislando a los residentes en sus habitaciones y prohibiendo las visitas de sus familiares, la gerente de ARADE ha asegurado que el sector se está "normalizando" y cada vez es más tendente a facilitar las visitas y que la persona mayor entre y salga según su autonomía.