Rozan la perfección para acceder al grado más exigente en Aragón: "Será duro, pero no imposible"

La Universidad de Zaragoza oferta de nuevo el próximo curso la doble titulación de Matemáticas y Física. Tan solo 10 alumnos se han podido matricular en un programa conjunto que tiene una gran demanda, pero que solo está disponible para estudiantes cuya nota de corte ha superado el 13,699 este año. Son 124 asignaturas repartidas en cinco años de estudios que obligarán a los estudiantes a dar el máximo durante ese tiempo. En septiembre, seis chicas y cuatro chicos empezarán con ilusión un nuevo objetivo después de haber llegado con un currículum casi perfecto: finalizar la doble titulación y comenzar su andadura en el mercado laboral.

Uno de esos alumnos es Jorge Hernández. Llega a la universidad con una nota de 13,850 tras cursar el bachillerato en el IES Pilar Lorengar de Zaragoza. "Siempre había tenido el grado en mente porque son asignaturas que me gustan mucho las dos. Podría haber hecho primero una carrera y luego la otra, pero con la doble titulación tengo la oportunidad de hacer las dos a la vez", explica.

Jorge cuenta que llega "a la expectativa" porque ha escuchado "de todo sobre este grado": "Dicen que sales con mucha formación y otras personas dicen que es matador". Sin embargo, ha hablado con otros compañeros y catedráticos de la universidad y "están encantados". Tiene claro que es una buena oportunidad porque serán alumnos "con un nivel muy parecido en clase" y para él es ilusionante conocer gente que vive "de manera similar" esa pasión por los estudios.

Con la segunda mejor nota de los 10 alumnos que se han matriculado, Jorge Palacio señala que decidió después de la Evau decantarse por este grado. "No sabía la nota que iba a tener al final y pensé en Filosofía, Derecho, incluso alguna ingeniería. Si me hubiera decidido por una sola igual era Matemáticas, pero el doble grado es una buena opción, aunque será duro", reconoce. Con un expediente final de 13,874, Palacio ha cursado la ESO y el Bachillerato en el Cardenal Xavierre de la capital aragonesa, con lo que ya está muy cerca de la facultad donde iniciará sus estudios universitarios.

Jorge Hernández, a la izquierda, y Jorge Palacio, a la derecha, iniciarán el doble grado en septiembre.

Los dos estudiantes tienen unos hábitos de estudio diferentes, pero a ambos les han dado resultado hasta ahora. Hernández asegura que no tiene una rutina de estudio clara, porque hay días que está "tres horas y otros días menos". "Soy más bien testarudo y hay días que sales de clase con el temario que no hace falta repasar y otras veces al revés, tienes que estudiar más porque sigues dándole vueltas", detalla.

Mientras, Palacio estudia "menos horas de las que debería" y de las que le dicen sus padres. "No soy de los que estudian todos los días, sino que un par de semanas antes de los exámenes me empiezo a mirar todos los temas, los más duros y a lo mejor hago sesiones de dos horas la semana de antes", resalta. Con eso, dice, le ha bastado en Bachillerato, aunque duda de si le valdrá a partir de ahora.

Sobre las salidas laborales, aseguran estar a la expectativa. Hernández llega sin tenerlo muy claro, "a ver qué pasa": "Me imagino a un matemático y no veo más salidas que las de un profesor, pero yo espero estar a disposición de la sociedad, a ver qué se me ofrece después. Y si no, siempre está la opción de se profesor de Matemáticas, que tampoco lo descarto". Por su parte, Palacio no se ve como un investigador. "A mí me gustaría resolver problemas, utilizar la cabeza y hacer trabajos de asesoría en la dirección de las empresas", afirma.

Otras actividades, más allá del estudio

Tienen claro que los próximos años "serán de sacrificio", pero se muestran "muy optimistas" en conseguir la doble titulación en los cinco años. Palacio confiesa que ya ha visto el temario y le sorprende que lleva "más asignaturas que un grado normal". "En el primer curso son 60 créditos, 70 en segundo, 80 en tercero y 90 en cuarto. Los primeros años hay más Física y el quinto es más de Matemáticas. Será duró, pero tampoco tiene que ser imposible", confía.

A ambos, además de su pasión por las matemáticas y la física, les une un deporte mental como el ajedrez. Los dos compaginan sus estudios con torneos y partidas sobre el tablero y están federados en Aragón. Hernández cree que los estudios le impedirán seguir dando más tiempo al ajedrez, pero espera seguir ligado "con partidas más 'amateur'".

Palacio reconoce que igual tiene que dejar esta pasión por el ajedrez "más de lado". Además, dedica su tiempo a impartir clases particulares a alumnos de la ESO y juega al balonmano en Dominicos. "Con eso ya veremos, a ver qué hago y si lo puedo mantener", reflexiona.