Rusia empieza a bombear agua tras las inundaciones que han obligado a evacuar a 6.000 personas

Rusia comenzará este jueves a bombear agua de Nueva Kajovka tras las inundaciones causadas por el colapso de la presa cercana y que han obligado a evacuar a unos 6.000 ciudadanos en ambos lados del río Dniéper, línea divisoria del frente en el sur de Ucrania, según informa el alcalde de la ciudad, Vladímir Leontiev.

Según dijo el regidor, el agua después de las inundaciones continúa bajando, de manera que su nivel ya ha disminuido en 1,2 metros. "El agua sigue bajando, no tan rápido como quisiéramos, pero, por ejemplo, el retroceso ya son veinte metros, tal vez más ", ha dicho Leontiev. Las inundaciones han obligado a evacuar a más de 4.000 ciudadanos del lado izquierdo del río Dniéper, ocupado por las tropas rusas, y a más de 1.900 en la margen derecha, bajo control de Ucrania.

Las autoridades rusas aún no han informado del número de fallecidos en el desastre, pero la víspera cifró en al menos siete las personas desaparecidas. Mientras, las autoridades ucranianas aseguran que al menos una persona ha fallecido en la localidad ocupada de Oleshki, casi completamente inundada, según el alcalde legítimo de la ciudad, Yevhen Ryschuk.

El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, dijo en la noche del miércoles, en su alocución diaria, que la situación en la parte ocupada de la región de Jersón, "es absolutamente catastrófica", pues los rusos "simplemente han abandonado a los residentes en estas terribles condiciones", sin rescatarlos, sin proporcionarles agua, comida o atención médica, enfatizó.

El jefe de Estado insiste en que Ucrania necesita refuerzos para rescatar a todos. "Necesitamos organizaciones internacionales, como el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), para unirse de inmediato a la operación de rescate y ayudar a las personas en la parte ocupada de la región de Jersón", recalca.