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JÓVENES

El 26% de los adolescentes españoles no ha probado el alcohol: "La falta de control me agobia"

La cifra representa un 10% más de abstemios que hace una década. La psicóloga Blanca Sacasa señala que esta práctica "sigue siendo una conducta socialmente reforzada y los jóvenes necesitan sentirse parte de un grupo de iguales"

M.M /
Jóvenes beben cerveza en una terraza.
icono foto Jóvenes beben cerveza en una terraza.

El 26% de los jóvenes españoles de entre 14 y 18 años nunca ha probado el alcohol, y cerca del 30% no lo ha consumido en el último año. Son los datos que arroja el último informe del Ministerio de Sanidad, emitido por el Gobierno de Aragón en Día Sin Alcohol en noviembre de 2022, y que mejoran en relación a los años anteriores en los que se realizó el mismo estudio. En el ejercicio 2012, eran solo un 16% de adolescentes que jamás habían ingerido esta sustancia. 

La psicóloga aragonesa Blanca Sacasa señala que "beber alcohol sigue siendo una conducta socialmente reforzada". Que haya descendido el número de adolescentes que beben alcohol puede deberse, dice, a cómo han cambiado las variables sociales y también las familiares. En estas últimas, es importante "la cercanía padre-hijo, la comunicación, los antecedentes y, sobre todo, la actitud de los progenitores hacia el consumo de alcohol y la propia ingesta de los adultos cercanos", afirma. Y añade que, al igual que la familia, "los amigos pueden constituir un factor de riesgo para el consumo de alcohol en jóvenes, ya que esta práctica en la adolescencia y la juventud es una conducta de riesgo que tiene que ver con la búsqueda de la identidad del 'yo", asegura.

El primer contacto con el alcohol en España se produce a los 14 años de media, y el inicio del consumo semanal, aproximadamente un año más tarde, a los 15. Durante su adolescencia, la joven Leyre Peláez decidió por voluntad propia no tomar alcohol. Desde entonces, no ha consumido nada más allá de una cerveza. "El principal motivo por el que no bebo cuando voy de fiesta es porque me da sensación de agobio no tener el control sobre la situación", explica Peláez que, además, disfruta más de cualquier refresco sin alcohol.

La falta de control y el miedo a desorientarse no son el motivo del zaragozano Daniel Betrián, que ahora tiene 24 años. En su caso, solía beber alcohol y reconoce haberse pasado alguna vez, pero empezar a sacarse el carnet de conducir a los 17 años le llevó a tomar la decisión de dejar de consumir alcohol. "El 90% de las veces que salgo de fiesta lo hago con el coche. Y cuando tengo que conducir, jamás he bebido alcohol". En su caso, al contrario que el de Leyre, nunca ha sentido la presión de un grupo por no beber. 

Peláez cuenta que, ahora, todo el mundo de su círculo está acostumbrado a que no beba. "Pero cuando me junto con gente que no conozco, se sorprenden", dice. Remarca que su círculo cercano lo ha asumido, si bien es cierto que, con 17 o 18 años, la presión era mucho mayor en el pueblo cuando salía de fiesta: "Incluso me han llegado a traer copas cuando he pedido refrescos". 

En esa presión hace hincapié la psicóloga Blanca Sacasa. Explica que los jóvenes necesitan sentirse parte de un grupo. "En esta etapa, todavía no está desarrollada la personalidad, por lo que aún están en proceso habilidades sociales como la asertividad. Entonces, se hace más fácil la influencia de los demás. En el caso de que ellos pongan límites y digan 'no', esta situación produce que no sigan la corriente y puedan estar en el punto de mira. Así, el resto puede que critique las decisiones diferentes de los demás como herramienta de defensa y alivio de su propio malestar".

Para ella, la solución está en "dar alternativas de comportamientos y estilos de vida más saludables, en los que encuentren refuerzos sociales con los que se sientan reconocidos con sus iguales y, de esta manera, obtener la misma validación por otros medios", zanja.