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CINE

Un zaragozano opta a siete nominaciones a los Goya

Víctor Villavieja y su documental sobre Burundi 'Voiceless. El genocidio silenciado' aspiran, entre otras, a las de mejor largometraje y mejor dirección novel

A. BEGUÉ / S. ROMEO /
icono foto Fotograma del largometraje documental "Voiceless'.

Víctor Villavieja, un zaragozano de 25 años, y Martín Soto, un madrileño de 26, se embarcaron en 2018 en la aventura de dar a conocer la historia de Lievin Manisha, un joven superviviente del genocidio de Burundi, y los acontecimientos ocurridos en ese país en la década de los 90. Tres años después han estrenado 'Voiceless. El genocidio silenciado', una cinta que opta a siete candidaturas a los premios Goya: mejor largometraje, mejor dirección novel, mejor guion, mejor dirección de fotografía, mejor música original, mejor sonido y mejor montaje. "Estamos muy contentos por el reconocimiento de la Academia de Cine, aunque esto son candidaturas y no nominaciones, pero es un orgullo", asegura Villavieja. 

El protagonista del film, Lievin Manisha.

El film cuenta una historia de supervivencia en el genocidio de la minoría tutsi ocurrido en 1993 en Burundi. "Lievin consigue salir del país, pero es secuestrado, vuelve a escapar y recorre 3.000 kilómetros hasta Sudáfrica, donde se busca la vida. Tras una serie de coincidencias acaba en Estados Unidos y es allí donde lo conozco", cuenta el joven zaragozano. 

La casualidad hizo que Víctor conociese al protagonista de esta cinta, pero el empeño y dedicación del joven estudiante de Periodismo, y de Martín, un amigo de la infancia que estudiaba Comunicación Audiovisual en Madrid, hicieron el resto. Ambos trabajaron durante el verano de 2018 para ahorrar y viajar a Luisiana (Estados Unidos) a comenzar con el rodaje. Cruzaron el 'charco' tan solo los dos, cámara al hombro y con muchas ganas de investigar y trabajar. "Desde la entrevista a Lievin en Estados Unidos, cerramos las siguientes en Ottawa, Calgary y Nueva York. Después grabamos en Francia, Alemania, Zaragoza, Nuévalos y el Monasterio de Piedra, además de en Burundi", detalla Villavieja.  

Víctor Villavieja, Martín Soto y Gervasio Sánchez, en el estreno del documental en la sede del Grupo San Valero.

Al hilo narrativo del testimonio del protagonista le rodean un coro de voces con historias muy diversas que reconstruyen las últimas décadas de lo que se ha vivido en Burundi. 16 testimonios de políticos, personajes públicos, cantantes e incluso la princesa de ese país. "Quisimos acercar Burundi a España y acercamos posturas con periodistas, misioneros o diplomáticos españoles que viajaron al Burundi, entre los que se encuentra el fotoperiodista Gervasio Sánchez", explica Víctor.  

El documental es una denuncia contra las violaciones de derechos humanos que se producen en el país, pero también es una historia de vida. "Los propios personajes son los que, a través de sus vivencias, cuentan lo que pasó allí", relata el director. Los protagonistas brindan historias y relatos inéditos: "Hay muchas cosas que se cuentan en el documental y que están contrastadas, que no se han contado antes", añade.  

Esta historia, que podría hacerse con más de un Goya, se gestó entre los dos jóvenes directores, que ya habían realizado algún proyecto audiovisual, pero ningún largometraje. "Queríamos contar la historia, pero no sabíamos cómo, no teníamos contactos. Todas las entrevistas y viajes los hemos hecho Martín y yo cada uno con su cámara buscándonos la vida", explica Víctor. No fue hasta que terminaron de grabar cuando hablaron con la productora que los ayudó a trabajar con profesionales de la postproducción. Además, en la última etapa también han contado con el apoyo de algunas instituciones como el Ayuntamiento de Zaragoza y el Gobierno de Aragón. 

Martín trabaja en producción y Víctor se dedica al Marketing Digital, pero están decididos a continuar con la estela de 'Voiceless': "Ahora empieza cuando de verdad tenemos que trabajar para dar a conocer la historia", nos cuentan.  Los dos jóvenes tienen claro que ahora van a "seguir trabajando por Burundi" porque "se lo deben a los protagonistas". Y para ello, aunque tienen otros proyectos audiovisuales, se van a centrar en dar visibilidad a este film y difundirlo en la esfera internacional.