Una de cada cuatro pymes aragonesas podrían cerrar por el aumento del precio de la energía

Una de cada cuatro pequeñas empresas aragonesas ve amenazada su viabilidad por los costes energéticos, según una encuesta de Cepyme Aragón. Se ven ahogadas, aseguran, por precios que no pueden repercutir en sus clientes mientras esperan unas ayudas públicas que todavía no tienen fecha. Para evitar una oleada de cierres similar a la de 2008, reclaman medidas inmediatas como reducir drásticamente impuestos como el de hidrocarburos y el IVA, además de prestar ayudas directas a las empresas más afectadas.

Antes de la pandemia, de la empresa aragonesa 'Itesal' salían unas 9.500 toneladas al año de perfiles de aluminio para ventanas, fachadas o camiones mientras que ahora producen alrededor de 12.000. Este crecimiento de la demanda ha generado 14 nuevas contrataciones pero también han crecido, y mucho, las facturas de la luz y el gas. "La factura que antes pagábamos de la luz en extrusión ha pasado de 50.000 a 200.000 euros. Por cada factura de gas que pagábamos antes, hemos pasado de 12.000 a 90.000 euros", explica René Sanz, director comercial del área de arquitectura de la empresa.

Materias primas como el aluminio han aumentado un 50% el precio en un año, mientras que la electricidad se pagó en marzo seis veces más cara que el año pasado Los costes disparados están llevando al límite a los pequeños empresarios, según advierten desde Cepyme.

"Si en alguien repercute y a alguien está afectando es a las pequeñas empresas, sobre todo porque no pueden repercutir el coste de la energía porque ello conllevaría una pérdida de competitividad que sería difícilmente superable", indica Aurelio López de Hita, presidente de Cepyme Aragón.