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“En la situación que estamos viviendo existe una mayor necesidad de conectar con la naturaleza”

Mariano Navascués se calza de nuevo este domingo las botas de caminar para subir a la Peña del Sol desde Linás de Marcuello. El programa senderista ‘Chino chano’ regresa a Aragón TV con una nueva temporada en la que primarán las sendas menos conocidas de la comunidad

Tras un descanso de seis meses, ‘Chino chano’ regresa este domingo (14:55 horas) con el propósito de mostrar algunas de las rutas menos conocidas de las tres provincias aragonesas. Mariano Navascués vuelve a calzarse las botas de caminar para hacer la subida a la Peña del Sol desde Linás de Marcuello, en la comarca de la Hoya de Huesca.

A punto de cumplir doce años, el programa senderista de Aragón TV propone una ruta de menos de dos horas en la que se salva un desnivel positivo de 550 metros. ‘Chino chano’ pasará por conjunto medieval formado por el castillo de Marcuello, su iglesia y la ermita de San Miguel, y se asomará a este imponente balcón natural desde el que se aprecia uno de los mejores atardeceres de toda la comarca.

Los doce capítulos previstos en esta nueva temporada harán escala en lugares como Linás de Marcuello, Salvatierra de Esca, Almazorre, Pomer, Castellote o La Hoz de la Vieja, entre otros muchos. Primarán sendas que todavía conservan ese componente desconocido junto con otros entornos tan clásicos como la Sierra de Albarracín o el Moncayo.

-¿Qué novedades o cómo planteáis esta nueva temporada?

La novedad más reciente fue la incorporación de Filomena al equipo de grabación -risas-. Contribuyó con unos gélidos doce grados bajo cero que nos exigieron un sobre esfuerzo importante. Pero se marchó enseguida. Menos mal. Por lo demás, seguimos con nuestro propósito principal que es el de recorrer Aragón a pie por algunos de sus senderos más destacados. Pronto celebraremos nuestro decimosegundo cumpleaños y mantenemos esta sana intención. Como se suele decir, “sólo se ama lo que se conoce”. Así que conozcamos nuestro territorio para quererlo, si cabe, todavía más.

-El programa además de recorrer un sendero suele mostrar y contar curiosidades del entorno natural y cultural que recorre. ¿Cómo preparas cada programa?

Antes de grabar hay una localización previa. Recorro el camino con personas que lo conocen bien, describimos el itinerario, tomamos nota de todos los puntos de interés y seguidamente me pongo con el guion para darle contenido a cada programa. Luego vienen las grabaciones, que en ocasiones son muy duras por las condiciones de algunos senderos, y es en ese momento cuando entra la edición, la postproducción y todo lo que requiere cada capítulo. La localización es fundamental porque ahí es cuando empieza a tomar forma el programa. Desde que empezamos lo hemos hecho 347 veces, que son los senderos que hemos descrito hasta hoy.

-‘Chino chano’ se estrenó en 2009 con una ruta de Agramonte al Santuario de Nuestra Señora del Moncayo. ¿Qué ha cambiado y que permanece de aquellos primeros programas?

Ha habido cambios en lo que a equipo humano se refiere. Presentando, por ejemplo, estuvieron Joaquín Murillo y Nacho Rubio, dos personas que ruta tras ruta se convirtieron en grandísimos amigos. Cada uno le aportaba su tono, su estilo. El espíritu de la serie y la ilusión, sin embargo, se han mantenido inalterables.

-¿Habéis calculado cuantos kilómetros ha recorrido el programa a lo largo de su andadura?

En Aragón hay unos 20.000 kilómetros de senderos homologados. Nosotros no llevamos ni siquiera la mitad pero si nos dais tiempo terminaremos haciendo ¡¡¡todos!!! Nos gusta lo que hacemos y acumular distancias y desniveles se traduce en almacenar experiencias y vivencias en una tierra fascinante. Y en primera persona. Todos los senderos imprescindibles de las tres provincias ya han desfilado por la pantalla de Aragón TV. Ahora le llega el turno a los menos conocidos que, en muchos casos, son también los más sorprendentes.

-Chino chano ha sido “laboratorio de la cadena” en muchos aspectos...

Fuimos los primeros en incorporar equipos ligeros de grabación. Los primeros rodajes eran durísimos porque el peso que teníamos que portear era excesivo. Es algo de lo que nos acordamos mucho. El realizador del programa, Víctor Baena, y yo solemos bromear al respecto. Cuando pasamos a trabajar con menos volumen y peso lo agradecimos. Hace unas temporadas también incorporamos vuelos con dron. Y claro, el punto de vista aéreo le aporta una grandiosidad y una dimensión diferente. Estamos encantados con ser cobayas de monte.

-¿Cuál crees que es la clave del éxito del programa?

El éxito es el paisaje, el carácter sorpresivo que tiene nuestra tierra y la emoción que transmite un determinado lugar. Nosotros simplemente contamos lo que vemos. En la época que estamos viviendo existe una mayor necesidad de conectar con la naturaleza. En cierto modo creo que eso contribuye también a la estupenda acogida que tenemos en cada emisión. Nosotros quedamos y quedaremos eternamente agradecidos por saber que cada domingo mucha gente espera descubrir Aragón caminando.