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La moneda le sale cruz al Casademont Zaragoza en un partido frenético (100-106)

El conjunto aragonés cayo ante un Lenovo Tenerife infalible en el triple

Aragón Deporte /
Lance del partido. Foto: Liga ACB
icono foto Lance del partido. Foto: Liga ACB

El Casademont Zaragoza peleó hasta el final pero no logró llevarse un frenético y emocionante partido ante un Lenovo Tenerife que igualó su récord de la temporada con 18 triples de 28. Los canarios fueron superiores en la primera parte y llegaron ganando por 9 puntos al descanso. McFadden, espectacular con 19 puntos y varios triples inverosímiles fue el arma de Fisac para levantar un muro que parecía imposible. Mencia, que no para de crecer, y Bell-Haynes, quien dio el susto al recibir un golpe en el primer cuarto, fueron los otros que tiraron del carro para ganar el tercer cuarto, remontar momentáneamente y soñar con un remontada que se peleó hasta el final pero que no se logró pese a superar los 100 puntos. 

La cita empezó con un primer cuarto marcado por un susto de un Bell-Haynes que inauguró el marcador de un partido que no pudo comenzar más igualado. El canadiense se fue al banquillo dolorido tras un golpe pasado el ecuador del primer cuarto... antes, Watt, con tres canastas en tres ataques, y Langarita anotaron antes del minuto 5, mientras que los tinerfeños vivían de sus triples, con un acierto del 100% con dos de Doonerkamp y otros dos de Salin. Sulejmanovic, bien en la pintura, fue el siguiente en anotar, mientras que Huertas a falta de 4 minutos para el final de cuarto acertó de 2. El partido iba 13-14 cuando Bell-Haynes dio el susto. Tal vez la ausencia del canadiense influyó en el ánimo rojillo, pues el conjunto tinerfeño ya no dejó de ir por delante. Guy, con un triple, puso a los suyos a 6. El cuarto acabó 18-24; había que remontar y lejos de eso Lenovo siguió castigando a los aragoneses con sus triples, con un Fitipaldi que empezaba a estar en un estado de gracia preocupante. 

Con Bell-Haynes de nuevo en la pista, McFadden y Mencia lograron castigar el balance defensivo tinerfeño, pero Abromaitis y Cook se sumaba a la lista de anotadores de triples, con 10 aciertos en 14 minutos. Mantenerse con vida en el marcador suponía un esfuerzo ímprobo. En ese contexto, Mencia, con varios puntos salvadores desde su posición de 4 y un gran acierto en el tiro libre se colocó como máximo anotador. Mientras, Huertas y Sastre desarbolaban la defensa rojilla. Las cosas no acababan de ir bien y Porfirio Fisac pidió tiempo muerto a falta de 3 minutos para el descanso yendo 12 abajo. Le pedía más verticalidad a un Langarita que se había entrado hasta la cocina logrando un buen punto. Si Yusta se atrevió de 3, Gay en un uno contra uno hizo lo mismo. Una ligera mejoría de Casademont antes del descanso maquilló un poco el marcador: 44-53 gracias a una gran reacción local ante un Lenovo que jugaba lento pero apenas concedía perdidas y, sobre todo, era muy voraz en el triple.  

Sulejmanovic acercó más a los suyos y Watt los puso a 5. Solo Huertas rompió el parcial antes de que Yusta con un triple levantara al público de su asiento y Watt acercara a 3 el marcador. McFadden continuó con lo remontada con un gran triple: el Tenerife resistía como podía. Había roto a jugar un Casademont con un Watt en estado de gracia. McFadden, culminando un gran robo de Sulejmanovic, puso a los suyos por delante. A partir de ahí el partido entró en una fase de dientes de sierra en la que Bell-Haynes, Yusta, McFadden (triple antológico incluido) y Watt brillaron, mientras que por parte de los tinerfeños destacaron Shermadini y Fitipaldo. Al último cuarto se llegó con todo por decidir, 73-78, y un marcador parcial infladísimo, 29-25.

Shermadini emergió en el partido para poner tierra por medio en el inicio del último cuarto. Gay también se hizo fuerte con varios puntos importantísimos, mientras que para Casademont eran McFadden, con tres triples inverosímiles, totalmente en desequilibrio, y el destacado anotador Mencia los que sostenían un partido que se acercaba a los 100 puntos por parte de ambos equipos. En la recta final Bell-Haynes apareció para meterle calidad a los suyos, lo mismo que un Cuevas que deleitó a la grada con un triplazo, lo mismo que un Doonerkamp que con el triple número 17 para su equipo metía el 94-101 a falta de más de 1 minuto y medio para un final que se presentó frenético pero en el que la moneda salió cruz: un final de locura en el que Casademont no pudo lograr el empate pese a que lo tuvo en 2 tiros de Yusta y otro de Mencia. Fitipaldo sentenció en los últimos segundos con un triple número 18 para los suyos que selló el marcador final: 100-106.