Una sequía desconocida en Segunda División

6 de diciembre de 2021. El Real Zaragoza, que aún sueña con los play off de ascenso, recibía a uno de los favoritos para el ascenso, un Eibar que carburaba a la perfección. Tras una primera hora muy seria, Alejandro Francés marcaba tras una acción a balón parado el gol del triunfo. La Romareda vibraba ajena a lo que se venía...

Y es que cinco partidos después (casi cinco y medio), el equipo aragonés no ha logrado marcar. Una sequía preocupante y sin precedentes. Hasta ahora la peor racha eran cuatro partidos seguidos sin marcar -Leganés, Sabadell, Mirandés y Mallorca-, el curso pasado con Rubén Baraja al mando. También había habido varias secuencias de tres partidos sin marcar, o una de cuatro entre dos temporadas. Precisamente fue con JIM: al 0-5 ante el Leganés con el que se cerró el telón de la temporada 20-21 se sumaron los de esta: 0-0 contra el Ibiza y 2-0 y 0-1 en contra ante Valladolid y Cartagena en las tres primeras jornadas. 

Lo peor de la racha actual es la sensación de que el equipo aragonés llega muy poco. En los cinco partidos sin marcar, solo se ha tirado ocho veces a puerta. Apenas se ha pisado área ni se han generado con criterio. El equipo compite pero no le da para llegar arriba. Contra el Almería ni se tiró a puerta, y en partidos como el del Mirandés o el reciente ante el Valladolid apenas dio para inquietar al portero rival. Almería, Tenerife, Mirandés, Ponferradina y Valladolid son cinco clavos para un ataúd demasiado pesado que arrastra un Zaragoza sin pólvora arriba.

Para encontrar la última vez que el equipo aragonés estuvo tantos partidos de Liga seguidos sin marcar habría que irse a la temporada 90-91. Con Víctor Fernández recién llegado al banquillo aragonés no se le pudo batir, de marzo a abril, a Valladolid, Tenerife, Sporting, Osasuna y Athletic. En el siguiente partido se le ganó 1-0 al Atlético en un sufrido partido en el que Pardeza fue el goleador.