18 menores con trastornos graves reciben atención personalizada en el Hospital Parque Goya

El protocolo anti suicida en el ámbito escolar ha detectado en Aragón más de 500 posibles casos. Muchos de ellos, a su corta edad, han tenido que pasar por experiencias traumáticas. El Hospital de Día de Salud Mental Infantojuvenil Parque Goya de Zaragoza atiende este año a 18 menores de entre 6 y 17 años con trastornos mentales graves de todo Aragón y, debido a la alta demanda, ocho permanecen en lista de espera.

Se trata de un centro modélico respecto a la forma de asistencia que reciben estos niños, en edad escolar, y por tanto que deben mantener su entorno familiar y formación, como ha resaltado la consejera de Sanidad, Sira Repollés, con motivo de una visita a este hospital de día, referencia en todo Aragón.

El centro cuenta con un equipo de siete profesionales y en él se desarrollan actividades académicas, de terapia ocupacional y de enfermería. Desde su puesta en marcha en 2018 ha atendido a unos 150 niños, que pasan una media de cuatro meses."Esta coordinación nos permite tener actuaciones precoces que eviten consecuencias que nadie queremos y, además, permite detectar otra serie de patologías y problemas en el ámbito familiar o social que existen en estos niños", ha explicado la consejera.

La psiquiatra Sandra Gallego ha informado de que hasta este centro llegan niños con estados depresivos, ansiedad, con comportamientos autolíticos, de espectro autista o con riesgo de desarrollar psicosis, algunos "con historias personales complicadas" y "muy frecuentemente" también requieren tratamiento de conductas suicidas.

El acoso escolar, los abusos sexuales o la desintegración familiar pueden motivar esos trastornos. Otros vienen por la personalidad. Y algunos podrían derivar en ideas suicidas. En Aragón, el sistema sanitario y el educativo trabajan conjuntamente cada vez que se encienden las alarmas ante un posible caso. "Esta coordinación nos permite tener actuaciones precoces, que eviten consecuencias que nadie queremos y, además, permite detectar otra serie de patologías y problemas en el ámbito familiar o social que existen en estos niños", ha comentado la consejera de Sanidad, Sira Repollés.

Más chicas que chicos

Según ha explicado la psicóloga de la unidad, Mercedes Muñoz, la mayoría de los pacientes rondan los 14 años y son más chicas que chicos, que llegan al centro asustados, porque no saben qué es lo que se van a encontrar, y con dificultades para conectar con su estado emocional, pero que, cuando lo abandonan, en un plazo de cuatro meses de media, salen tranquilos y con mejor conocimiento de sí mismos. El tratamiento, ha agregado, se adapta e individualiza a lo que necesita cada niño.

Los pacientes reciben una atención integral, participan en talleres de cocina, sesiones de cinefórum y de deporte y excursiones, una faceta importante del tratamiento porque sirve para trabajar las relaciones sociales pero que supone un esfuerzo económico para afrontarlo dado que las familias a veces carecen de recursos, como ha puesto de manifiesto Miguel Martínez, jefe del servicio de Psiquiatría.

De este modo, en este hospital, los menores aprenden a mejorar sus relaciones sociales pero también las familiares y en el ámbito educativo.