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CULTURA

70 años de danza desde Zaragoza: "El ballet en España, sin el nombre de María de Ávila, no existiría"

El estudio ha formado a grandes nombres del ballet y está a la altura de los grandes centros de estudios europeos. Este sábado celebra el final de curso de sus alumnos y su aniversario

T. P. A. /
María Ángeles Bescós, en el centro de la foto, y tras ella María de Ávila. / AN
icono foto María Ángeles Bescós, en el centro de la foto, y tras ella María de Ávila. / AN

El hecho de que la puerta de un negocio permanezca abierta durante 70 años tiene mérito, y más en los tiempos que corren, pero si además hablamos de un estudio de danza clásica, el mérito es todavía mayor. En este último extremo se encuentra el Estudio de danza María de Ávila, que lleva siete décadas formando bailarines en el corazón de Zaragoza.

"Siento orgullo y emoción", dice Lola de Ávila, actual directora del centro e hija de la fundadora, María de Ávila. "Nuestra intención es continuar como hasta ahora. Si algo funciona y ha funcionado durante tanto tiempo, no hace falta cambiar nada. En 70 años yo no estaré, pero espero que esto siga", cuenta.

Entre sus metas está el seguir formando bailarines y continuar como centro formativo de referencia. Una tarea a la que contribuyen los grandes nombres de la danza que han salido de él, como Ana Laguna, Carlos Lagunilla, Gonzalo García, María Ángeles Bescós o Carlos Lázaro. 

A esos se suman cada año otros tantos, pues la fama del estudio le precede. "La formación académica es de un nivel indiscutible", afirma María Ángeles Bescós, primera bailarina en acceder al Royal Ballet de Londres sin cursar un año en la institución. "Hice una audición y me contrataron. Eso no pasaba nunca. De hecho, a los seis meses, ya estaba haciendo papeles de solista, por delante de gente de allí", subraya. 

Pese a que el nivel de la escuela es envidiable y está a la par de los grandes centros internacionales de formación en danza, el de María de Ávila no ha tenido el mismo renombre. "Las Ávila son muy discretas. Hacen su trabajo en el estudio, pero no han tenido ego para mostrar lo que han conseguido, pero el ballet en España sin el nombre de María de Ávila no existiría", mantiene Bescós. 

María Ángeles Bescós en actuaciones en el estudio María de Ávila. / AN

En su caso, el nexo con el estudio es fuerte. Allí se formó entre los 12 y los 18 años. Siempre tuvo claro que quería dedicarse a la danza. "Para nosotros era una forma de vida. Renunciamos a muchas cosas de chicos y chicas de nuestra edad, pero no lo veíamos así porque nos entregábamos en cuerpo y alma a lo que queríamos hacer", recuerda, al tiempo que destaca las habilidades y aptitudes que ha aplicado del ballet en muchos campos de su vida: "La disciplina que te enseña este arte no te lo da nada. Eso ayuda en muchísimos ámbitos". 

La falta de educación a nivel social sobre el ballet es para la bailarina una gran asignatura pendiente, que en otros países europeos está más que superada. "En Alemania, cada ciudad tiene una pequeña compañía. En Londres, los teatros se llenan. Aquí tenemos dificultades hasta para mantener el Ballet Nacional", lamenta. 

Con todo, el estudio María de Ávila apuesta por seguir al pie del cañón muchos años más y seguir mostrando el arte del ballet. Un ejemplo de ello podrá verse este sábado en el Palacio de Congresos de Zaragoza en la muestra de final de curso, que coincidirá con la celebración de su 70 aniversario, y para las que las entradas están a la venta. "Estamos muy ilusionados de poder hacer realidad este reencuentro después de muchos años y generaciones, donde el único requisito es ser exalumno de María de Ávila, independientemente de trayectorias profesionales, porque nos une un único sentimiento: la gratitud", señala la bailarina.