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MEDICINA ESTÉTICA

Ácido hialurónico: el peligro de la desinformación, las redes sociales y los centros ilegales

En la última década, la media de acceso a este tipo de tratamientos ha pasado de los 35 a los 20 años. Detrás de esas cifras están los modelos irreales que publicitan estos tratamientos en internet

T. P. A /
El relleno con ácido hialurónico se reabsorbe entre 9 y 15 meses después de la intervención. / Canva
icono foto El relleno con ácido hialurónico se reabsorbe entre 9 y 15 meses después de la intervención. / Canva

"Hace años que no me pincho y tengo unos morros...", decía en uno de los últimos episodios de su podcast la 'infuencer' Laura Escanes. La joven se refería al ácido hialurónico que se inyectó regularmente hace unos años. Una situación por la que pasan otras muchas chicas que, como Escanes, se sumaron a la moda de la inyección en los labios para ganar volumen. 

La realidad es que el ácido hialurónico no se reabsorbe por completo -lo que se denomina huella estética-, aunque sí en un gran porcentaje, según afirma la doctora Cristina Selva, especialista en Medicina Estética del Instituto de Cirugía Plástica y Medicina Estética de Quirón Salud Zaragoza: "Se va al 98%, siempre que se inyecte de forma correcta y en una cantidad adecuada, además de espaciado entre una sesión y otra". 

El cuerpo humano tiene este componente de forma natural, dedicado a la hidratación, pues es una molécula capaz de retener agua. Con todo, inyectarlo tiene sus riesgos y debe hacerse siempre por un profesional. Y esa es precisamente la clave de que en el caso de la 'influencer', y de otras muchas, no se reabsorba de forma correcta. "Siempre hay que hacerlo con un profesional, en una clínica con una buena asepsia y con un buen ácido hialurónico, de calidad y en la cantidad justa", recomienda la doctora Selva. Llevar a cabo este tipo de intervenciones en lugares que no están homologados es un riesgo, como ha quedado patente en el reciente caso de una mujer que tuvo que ser ingresada en la UCI tras inyectarse bótox de forma clandestina en un piso de Zaragoza.

"No me disgustaba mi labio, pero me apetecía"

De forma habitual, el relleno de labios con esta molécula -la única aprobada para este tipo de tratamiento estético- tiene una duración de sus efectos de no más de 15 meses. "Si tus labios siguen con el mismo volumen dos años después del relleno, no te han puesto ácido o no solo eso. Hemos visto casos de personas a las que les inyectan otros componentes, que son permanentes y de lo que no se informa al paciente", indica la experta en Medicina Estética. 

Un problema que se hace más patente en pacientes jóvenes, que cuentan con menos conocimiento e información sobre el tratamiento. De hecho, en la última década la media de acceso a este tipo de tratamientos ha pasado de los 35 a los 20 años, según el último informe de diciembre de 2023 de la Sociedad Española de Medicina Estética (SEME). "El relleno de labios se ha multiplicado entre las jóvenes. El problema es que ven casos irreales en las redes sociales, labios que no están hechos con ácido hialurónico, pero no lo saben y con esto no lo pueden conseguir", expone la doctora.

"No me disgustaba mi labio, pero me apetecía", confiesa Sonia Mur, una oscense de 29 años. Durante meses se planteó "seriamente" inyectarse ácido hialurónico para aumentar el tamaño de sus labios. "Creía que te pinchabas una vez y ya tenías unos labios jugosos y bonitos", confiesa, pero la realidad, como le contó el médico al que fue, es otra. "Cada nueve o 15 meses se suele volver a rellenar porque se reabsorbe el producto, dependiendo también del metabolismo de cada persona", incide Selva. 

Esa información fue la que le hizo desistir. "Pensé que no era para mí. No iba a ser constante y no quería estar temporadas con unos labios como los de las chicas de Instagram y otras no. Al final, decidí no hacerme el tratamiento y me di cuenta de que en realidad nunca me había disgustado el aspecto de mi boca, era algo que las redes me habían metido en la cabeza", recuerda algo avergonzada. 

Ácido hialurónico más allá de la estética

"Lo más común es inyectar en la capa media de la piel. Lo inyectamos para rellenar el surco nasogeniano -línea que discurre entre la nariz y la boca-, arrugas finitas o en el pómulo para hidratar, si se pone a nivel más superficial. De esa forma conseguimos que salga la estructura natural de la piel y que no se note el procedimiento", explica la especialista.

Más allá de la Medicina Estética, el ácido hialurónico se usa mucho en Traumatología para reducir el dolor por fricción en articulaciones o desgaste de cartílagos. También de cicatrices profundas que causan tirantez y que se rellenan con esta molécula.